Del primer equipo al filial, de un Primera a un Segunda RFEF, de la Copa del Rey a la liga... Que no bajen las pulsaciones, porque de nuevo este domingo el Adolfo Suárez –18,00 horas– reclama lo mejor de los suyos, los que salten al césped y los que ocupen la grada, en la vuelta a la realidad. Porque tras el bonito sueño de la Copa, el día a día de una Segunda RFEFque no desmerece la atención de nadie, porque la primera vuelta, como el año, ya anuncian su punto final y un debutante en la categoría como el Real Ávila amenaza con poder optar a todo.Los encarnados no sólo se postulan a ser el equipo revelación de la temporada, premio que bien tendrían ya merecido, sino a mucho más. Terceros, lo que ocurra a partir de ahora dictará sentencia sobre la ambición de un equipo capaz de optar a todo. Tras aguantar con diez ante el Numancia, que perdió su condición de líder en el Adolfo Suárez, ahora llega el RealValladolid Promesas rodeado por todo lo que ha ocurrido en el primer equipo y que también le ha salpicado como buen filial.
«Responsabilidad» era la palabra con la que medía Miguel de la Fuente el estado anímico de una plantilla que hay ido levantando el ánimo con el paso de las horas tras el choque de Copa del Rey ante el Real Valladolid. «Queremos transformar la decepción en compromiso» explicaba Miguel de la Fuente, que reconocía la tristeza en el vestuario tras las horas posteriores al choque de la Copa del Rey por haber «dejado escapar una ocasión muy buena, más por demérito nuestro que por mérito del rival».Un análisis que bien compartirían todos los encarnados, agradecidos por igual ante la noche que les brindaron.
Fue el partido ante el Numancia un ejercicio de supervivencia y esfuerzo hasta el último momento. Fue el choque ante el Real Valladolid extenuante con una prórroga que exigió mucho para no conseguir nada. No le preocupa a Miguel de la Fuente el tema físico de los suyos. «Está bien» apunta sobre el vestuario. « Ya desde hace dos o tres semanas hemos venido controlando los minutos para esta fecha. Aunque traten de meter un ritmo alto, porque lo hacen siempre y más cuando venimos de un partido así, ahora mismo tenemos margen y posibilidades.Será un partido para ganarlo a 16 jugadores».Porque como suele decir y hacer Miguel de la Fuente, hay partidos preparados para los que salen de inicio y otros que deben decidir los que salten después. Aún sin poder disponer de Shergo, serán baja por sanción Vitolo y Ñete.
Delante un Real Valladolid Promesas que ha enderezado el rumbo tras un comienzo dubitativo –6 puntos de los 15 disputados en las primeras cinco jornadas– pero que ha sabido reaccionar a tiempo.Se juegan mucho en el Adolfo Suárez. A seis de los encarnados, de ganar en Ávila podrán echar otras cuentas muy diferentes de las que hacían no hace tanto tiempo. No tendrán a Álvaro Rubio en el banquillo, ahora con el primer equipo, pero sí a una leyenda del club como Javier Torres Gómez, que ocupará de manera interina el puesto.
Torres Gómez, una leyenda al frente del Promesas
La promoción de Álvaro Rubio al primer equipo –este sábado perdía 2-1 ante Las Palmas– ha llevado a toda una leyenda del Real Valladolid, Javier Torres Gómez, a ocupar de manera temporal el banquillo del RealValladolid Promesas que este domingo se mide al Real Ávila en el AdolfoSuárez. Lateral derecho en el José Zorrilla durante doce temporadas, Torres Gómez es toda una institución en un club del que es historia siendo el cuarto jugador con más partidos con la elástica blanquivioleta. De manera interina, aclaran desde el club, dirigirá al filial este domingo con una idea sobre el césped, «querer ser protagonistas, hacerles difícil el partido imponiendo nuestro ritmo» comentaba ante un Real Ávila al que tienen «bastante estudiado».