Había muchas explicaciones detrás pero el mensaje que querían dejar las organizaciones agrarias en la tractorada organizada en Ávila era claro: «el campo está harto». Y por ello, UCCL Ávila, Asaja Ávila y la Alianza UPA-COAG se unieron en una cita en la que participaron unos 150 tractores y casi medio centenar de vehículos en una protesta oficial sin incidentes que llevó a los participantes desde el Lienzo Norte hacia el centro de la ciudad en una lenta marcha que terminó en la sede de la Subdelegación del Gobierno.
Ellos mismos tienen claro que era el momento de pasar del campo al asfalto, protestar en la ciudad para pedir, entre otras cosas, dejar de sufrir ataques por «ecologistas y administraciones», mejorar la rentabilidad y reducir la burocracia. Además quisieron hacer partícipes a los ciudadanos porque ellos, señalaron, también se ven afectados por la subida en la cesta de la compra.
Las organizaciones hablaron de una «movilización masiva, histórica» para dar a conocer que tienen «muchos problemas» y lo hicieron con su presencia, con su 'paralización' durante las últimas horas de la mañana de Ávila con su paso y también con el sonido de los cencerros o con las pancartas que anunciaban lemas como «Sin campo no coméis', 'Tu cerveza está en peligro', 'El campo no aguanta más' o 'Del sector primario comemos todos. Luchemos juntos por él', que llevaba un niño en un pequeño tractor al principio de la comitiva.
Decenas de tractores avanzan hacia la subdelegaciónPara las organizaciones era importante mostrar unidad de acción en Ávila (aunque sean conscientes de otras protestas que se van realizando) y su objetivo era hacer escuchar las reivindicaciones de agricultores y ganaderos de la provincia de Ávila.
Esas reivindicaciones fueron leídas por el presidente de la Asociación de Periodistas de Ávila, José Pulido, que, frente a la Subdelegación del Gobierno, relató las 18 peticiones de las tres organizaciones.
Entre sus peticiones están un plan de choque con dotación económica suficiente para articular medidas ante el incremento de los costes de producción agrarios. También la necesidad de una PAC y un plan estratégico más justos, con ayudas que prioricen la agricultura profesional y familiar y flexibilización de las exigencias mediomabientales.
Decenas de tractores avanzan hacia la subdelegaciónNo quieren el Cuaderno Digital de Explotación y esperan reciprocidad en las relaciones comerciales con terceros países, exigiendo las mismas normas de producción y comercialización a los productos que se importan en la Unión Europea.
También buscan acabar con «el oligopolio de los abonos», precios justos para el agricultor y ganadero e impedir la especulación de los intermediarios, poner tope al gasóleo agrícola y reducir el IVA de los carburantes y las tarifas eléctricas o elevar a 350.000 euros le importe máximo de facturación para permanecer en el sistema de módulos fiscales de la agricultura.
El resto de peticiones pasan por revisar la normativa en materia de sanidad y bienestar animal, mejora de los pastos en los montes públicos, que el lobo deje de ser especie especialmente protegida, planes de sanidad animal, derogar el Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero, un ambicioso plan de seguros agrarios, legislación que proteja de proyectos de macro parques fotovoltaicos y medidas que faciliten el relevo generacional. Y, en general, dicen «no a una Agenda 2030 que arruina al productor y al consumidor».
Decenas de tractores avanzan hacia la subdelegaciónlas organizaciones. Antes de comenzar la marcha desde las organizaciones agrarias quisieron explicar su postura y los motivos de la protesta. En este sentido, Joaquín Antonio Pino, de Asaja, insistió en que el «campo está harto» y que tienen tres bloques claros para su protesta. Se trata de los ataques que dicen sufrir de ecologistas y administraciones, la necesidad de una mayor rentabilidad por el incremento de los costes de producción y «las importaciones de terceros países que vienen con otros requerimientos sanitarios y de bienestar distintos a los de la Unión Europea» y la burocracia «tan enmarañada».
«El hartazgo ha llegado al campo y eso hace que haya manifestaciones, que se estén bloqueando carreteras» porque «necesitamos que se sepa que así no se puede continuar» y todo se resume «en la agenda 2030 que está empobreciendo al productor y al consumidor».
Desde la Alianza, Ventura González, habló de «un día muy importante» para la gente del sector y para «el ciudadano» porque lo que se está reivindicando «son precios justos para nuestros productos y eso se traslada en unos precios justos para el ciudadano». Pretendían, afirmó «dar una lección de clase a la clase política» a quienes «cuando están en campaña electoral acuden a nuestras explotaciones a hacerse fotos, para que vean lo que es defender a la ciudadanía en unidad de acción e intentar sacar unas políticas que sean beneficiosas para el ciudadano, el sector agrario y el medio ambiente».
Decenas de tractores avanzan hacia la subdelegaciónDesde UCCL Ávila, Francisco Robledo, habló de una «movilización masiva» ante «muchos problemas» con la PAC, costes de producción o la ley de la cadena alimentaria. Insistió en que «los costes de producción es una de las cosas que más ahoga al sector y a una provincia con producciones bastante limitadas y donde encadenamos años de sequía» con «los costes de producción que nos merman la capacidad de seguir con las explotaciones». En definitiva, «de seguir así hay muchas explotaciones agrícolas y ganaderas que se pueden cerrar».
Además pidió «que la unidad de acción que hay en Ávila se eleve a Madrid».
Por la tarde. Ya por la tarde, fuera de la convocatoria organizada por las organizaciones agrarias, varios tractores se han dirigido a diferentes puntos de la ciudad provocando algunos puntos conflictivos. Sobre las 3 de la tarde hubo un pequeño colapso en la rotonda de la bandera en la avenida Juan Carlos I, y por la tarde los agricultores con chalecos reflectantes cortaron la circunvalación en ambos sentidos a la entrada a la ciudad por la zona de la Escuela de Policía. Agentes de la Policía local y patrullas de tráfico se ubican en los lugares más problemáticos intentando dar rutas alternativas a los conductores.