Real Ávila
Álvaro; Toper (Fer Díaz, 58'), Doumbia, Carlos Pascual, Alpha; Álex Moreno (Cassio, 80'), Adilson (Vitolo, 45'), Jorge Campos (Ayoub, 91'), Adrián Carrión (Caio Lopes, 58'), Alberto Martín, Mario Rivas.
Laredo.
El Real Ávila vence a sus miedos... Y al Laredo - Foto: Isabel GarcíaDavid, Soler, Carral, Diego, Sanmillán, Héctor (Ánder, 75'), Miguel, Ojeda, Oliver (Cristian, 52'), Antonio, Jaime.
Árbitro.
Gómez Lamiro.
El Real Ávila vence a sus miedos... Y al Laredo - Foto: Isabel GarcíaMostró cartulinas amarillas a Alpha y Alberto Martín; y a los visitantes Sanmillán, Ojeda, Antonio, Jaime y Mario Gutiérrez (entrenador). Expulsado Carral (R86')
Goles.
1-0 (40) AlbertoMartín de penalti
El Real Ávila vence a sus miedos... Y al Laredo - Foto: Isabel GarcíaIncidencias.
Encuentro correspondiente a la jornada 12 del Grupo 1 de la Segunda RFEF disputado en el Adolfo Suárez
El Real Ávila superó sus miedos ante un Laredo que se mantuvo vivo hasta el último momento ante la incapacidad de los encarnados por controlar los tiempos de partido, cerrar el marcador cuando pudieron y superar ese recuerdo de dos descuentos ante el Salamanca UDS en los que volaron los puntos que no debían haber volado. La incertidumbre acompañó a los encarnados por el miedo a perder lo que ya tenían hasta el final de un choque incómodo en todo momento pero en el que lo importante era ganar «fuera como fuera». Ya habrá días para otros menesteres.Con el calendario que se viene –Torrelavega,Numancia yValladolid Promesas– y la realidad de los encarnados, terceros con 22 puntos, los de Miguel de la Fuente sabían que era una tarde en las que lo primero era ganar. Lo hicieron. En una tarde de mínimos, un triunfo de máximos.
El Real Ávila vence a sus miedos... Y al Laredo - Foto: Isabel GarcíaCon media hora de retraso por la avería en el autobús que debía trasladar al Laredo hasta Ávila y los focos ya encendidos comenzaba el partido con un Real Ávila de rotaciones –se quedaron Vitolo y Fer Díaz en el banquillo– y algún que otro cambio de posiciones –Toper regresaba al lateral y Jorge Campos a la posición de delantero– ante un rival quiso comenzar dominante, con ganas de balón y de mostrarse en campo rival.
Fue la primera ocasión del partido para Mario Rivas cuando Jorge Campos se la dejó en la frontal y el '9' del equipo quiso romperla desde fuera. Se topó con el cuerpo de Ojeda. No había un claro dominante, salvo cuando pasaba el partido por Álex Moreno, que empezaba a trazar con la escuadra cada desplazamiento en largo. Lleva fino varios partidos el madrileño, al que los galones que ha dejado huérfanos Tena le han sentado bien.
El paso de los minutos ahondaba en el fútbol control. Ninguno quería dar un paso en falso. En la pausa y la tranquilidad eran los de Mario Gutiérrez los que más cómodos se sentían. No era el minuto 20 y Miguel de la Fuente mandaba calentar a Vitolo, porque le faltaba ritmo y velocidad a los encarnados, reducidos a los esfuerzos en solitario por banda de Alberto Martín y la predisposición de Mario Rivas a aparecer en cualquier zonde del campo. Trataba de embotellar el Real Ávila al Laredo y era Alberto Martín –minuto 26– el que quiso probar a David con un disparo mordido que despejó a duras penas a córner. Otro más –en la primera parte alcanzó la decena de lanzamientos– para los de Miguel de la Fuente, que pisaba el acelerador cuando el crono se encaminaba a la media hora de partido. Buscaban el remate de cabeza de Carlos Pascual pero fue Tóper el que acarició el 'gol olímpico'. Amenazaban los encarnados a balón parado ante un Laredo ya sin la compostura inicial. Sin embargo no necesitó crear nada para tener una gran oportunidad. Un error en salida de los encarnados dejaba el cuero a los pies de Jaime, que se zafó de Dumbia en el área y disparó duro al palo cortó, donde Álvaro tapó bien el resquicio que quedaba.
Se quedó el Real Ávila con las ganas de celebrar el 1-0 cuando el asistente anuló, por fuera de juego, el tanto de Dumbia tras rechace a un lanzamiento magistral de falta de Mario Rivas. Del lamento a la celebración se pasó en apenas unos minutos. De nuevo con Mario Rivas como protagonista. El 'chico para todo' se alejó de la marca de los centrales para recibir en tres cuartos del campo, allí donde nadie le molestó.Y ante la indefinición de Ojeda y Sanmillán por acosarle, descifrar un pase al hueco entre ambos para la carrera de Toper, que le ganó el espacio a Sanmillan, que le arrolló por detrás. Penalti claro. No lo dudó Gómez Lamiro, que mientras mostraba la amarilla al central y se la enseñaba a Ojeda por las protestas, discutían Toper y Mario Rivas por lanzarlo. Ni uno ni otro. Decidió Miguel de la Fuente, que apostó por Alberto Martín, que batía (1-0) a David. Quedaba muy tocado el Laredo, que llegaba al Adolfo Suárez con ánimo de hacer de este desplazamiento un punto de inflexión y se veía con el marcador en contra y a las puertas de un descanso al que llegaba desdibujado.
Tenía todas las papeletas tras su primera parte y se quedó en el vestuario Adilson para dejar su sitio a Vitolo y darle otra personalidad al centro del campo y al equipo, que pasó del ritmo cansino y el trote de los primeros minutos a un mayor dinamismo en los primeros compases de la segunda. Sin embargo la velocidad se confundió con la precipitación. Lo hicieron los encarnados, que tuvieron la oportunidad de cerrar el choque pero no lo consiguieron. Quisieron sacarla jugada desde la defensa del Laredo y terminaron cruzando los dedos cuando David se la quiso quitar de encima bajo palos y se la puso a los pies de Mario Rivas. El disparo del '9', que trató de sorprender al portero, lo atajó in extremis.
Volvería a mover el banquillo De la Fuente. Fer Díaz y Caio Lopes saltaron al césped con el objetivo de 'matar' a un Laredo al que le seguía dando vida el Real Ávila, que tuvo en las botas de Alberto Martín la sentencia. Fue un balón en largo desde la defensa encarnada, no lo atajó la cántabra y se hizo el '14' con el cuero camino del área. Se precipitó en la definición ante David, que aguantó bajo palos para salvar a los suyos. Perdonó el Real Ávila, al que se le encogió el ánimo cuando a renglón seguido Antonio la pegó duro y con efecto desde fuera del área. Aunque se marchó fuera Miguel de la Fuente entró en colera. Porque los encarnados empezaban a sentir sudores fríos. Dominaban el marcador pero no tenían el partido dominado.
Gastó la última ventana con Cassio buscando una mayor presencia ante un final a ida y vuelta que no le interesaba a los encarnados. Se le estaba haciendo bola a los encarnados el tramo final. Una pérdida de Vitolo en el centro del campo, un mal despeje de Álvaro de Pablo… Los nervios se extendían en el Adolfo Suárez, inquieto tras el recuerdo de lo perdido en Salamanca. Quien perdió los nervios fue Carral de manera incomprensible cuando zancadilleó por detrás a Vitolo sin sentido en el centro del campo. Roja directa para dejar a los suyos con diez y allanar el camino a los encarnados, que se vieron ante diez certificando los tres puntos de manera definitiva.