CyL se implica en una nueva alianza atlántica de inversiones

SPC
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El impulso al Corredor Atlántico es una de las prioridades de la Red Trasnacional Atlántica, formada por 12 regiones de España, Francia y Portugal, que cifra en 16.000 millones el déficit inversor respecto al Corredor Atlántico

CyL se implica en una nueva alianza atlántica de inversiones - Foto: Susana Martín ICAL

Castilla y León, a través del Consejo Económico y Social, y como parte de la Red Trasnacional Atlántica, está involucrada en el proyecto de creación de una macrorregión atlántica con el objetivo de favorecer la atracción de mayores inversiones y paquetes de ayudas en el ámbito europeo desde la cooperación entre los territorios que la forman. Así se desprende de las conclusiones extraídas tras la reunión del Comité de Orientadores de la Red Trasnacional Atlántica (RTA) celebrada entres ayer y hoy en la Facultad de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca.

La RTA es una red europea de cooperación entre representantes sociales y profesionales de la fachada atlántica, compuesta por seis Consejos Económicos y Sociales de España, incluido el de Castilla y León, cinco Consejos Económicos, Sociales y Ambientales Regionales de Francia, y una asociación portuguesa dedicada a la economía del mar, llamada Fórum Océano. Como anfitrión, el presidente del CESCyL, Enrique Cabero, destacó la importancia de la reunión del máximo órgano decisorio de la Red y sus conclusiones, cristalizadas en "propuestas concretas" para impulsar todos estos territorios.

Cabero recordó los años de "intenso trabajo" por impulsar el Corredor Atlántico y la reapertura de la Ruta de la Plata como apuesta dentro de la creación de esta macrorregión atlántica. Como reflexión general, Cabero aseguró que esta cumbre "ha puesto de relieve la importancia que tiene la participación de las organizaciones sociales, que se da en el marco de los CES y de la RTA en particular y, también, la gran oportunidad de rebajar juntos como fachada del Atlántico, con muchos aspectos comunes y otros distintivos".

Actualmente, la RTA está encabezada por el Ceser de Bretagne, cuyo presidente, Patrick Care, incidió en la necesidad de "desarrollar acciones de cooperación sobre temas compartidos que trascienden las fronteras desde el reconocimiento de las especificidades de cada una de las regiones y finalmente, promover el intercambio con otras regiones del Atlántico". En definitiva, "elaborar estudios o posiciones comunes en relación con el desarrollo regional de la fachada atlántica en el ámbito europeo y elevar este trabajo a las instituciones".

El presidente del Grupo de Trabajo, mandatario del CES Vasco, Javier Muñecas, explicó que el objetivo de la cumbre ha sido hacer hincapié en todo aquello que une a las regiones participantes, dentro de un espacio geopolítico transnacional que "se enfrenta a retos económicos, sociales y medioambientales comunes", y que tiende a convertirse en una "periferia" de la UE. "Esta situación periférica de la región atlántica, dada su ubicación al oeste de la Unión Europea, es un riesgo que, paradójicamente, constituye también una ventaja innegable a través de su ventana al Atlántico y a África, que debe reforzarse a nivel estratégico", sugirió.

La RTA pretende crear "condiciones de éxito" para que la macrorregión atlántica sea un instrumento "pertinente y eficaz". "Una estrategia macrorregional de la UE es un marco político que permite a los países y regiones de una misma región geográfica abordar y resolver problemas conjuntamente o aprovechar mejor su potencial común. Estos países pueden así beneficiarse de la cooperación sin un nivel administrativo adicional, lo que les permite afrontar retos comunes y compartidos", explicó, recordando que, actualmente existen cuatro estrategias macrorregionales en Europa: en el Mar Báltico, la Cuenca del Danubio, la Región Alpina y en el Mar Adriático y Jónico.

Para la RTA, la evolución hacia una estrategia macrorregional atlántica podría permitir "mejorar la coordinación entre los diferentes marcos de cooperación ya existentes, mejorar la coordinación entre los retos terrestres y marítimos y reforzar el peso político de la fachada garantizando una gobernanza multinivel, es decir, europea, nacional, regional, local y con la participación de la sociedad civil".

En cuanto al perímetro relevante de esta estrategia macrorregional atlántica, la RTA propone que incluya, en España, a las comunidades que forman parte del arco atlántico bañado por el mar Cantábrico, es decir Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, así como Navarra, Castilla y León, Extremadura y Andalucía. Además, las zonas Norte, Centro, Lisboa, Alentejo y Algarve de Portugal, las regiones de Nueva Aquitania, Pays de la Loire, Normandía y Bretaña en Francia, la Asamblea Regional del Noroeste de Irlanda y, en Reino Unido, Gales, que ahora está fuera de la UE. Por últimos las islas, incluyendo Canarias (España), Azores y Madeira (Portugal).

Cierta discriminación

Por su parte, el presidente del CES de Andalucía, Juan Marín, incidió en que "en ese nuevo diseño de Europa, que son las macrorregiones, los intereses van a determinar, en gran medida, las ayudas y las inversiones europeas. Por eso, nuestras acciones van en la dirección de trabajar para que la macrorregión atlántica se convierta en una herramienta para situar a nuestros territorios a la vanguardia. Es nuevo modelo de gobernanza que hemos acordado ayer, sin duda, nos habla de futuro y de abordar las materias que ocupan y preocupan a la inmensa mayoría de los ciudadanos", resumió. 

En particular se refirió a un problema común, que es el reto demográfico. "Es importante que seamos capaces de poner en marcha una nueva comisión de trabajo en la red para abordar el análisis, el estudio y las conclusiones de este problema. Tenemos una población cada vez más envejecida, con mayor soledad, y debemos abordar la integración en el ámbito social y laboral de los flujos migratorios. Todas estas cuestiones afectan de manera directa a nuestras vidas. En paralelo, tenemos que hacer llegar a las instituciones públicas las conclusiones para que se tengan en cuenta", certificó. 

En esencia, recalcó que la costa atlántica "no se puede quedar atrás". "Los próximos días vamos a elevar estos acuerdos al CES de España, a los gobiernos autonómicos de las comunidades que representamos y a otras instituciones y organizaciones. Y más, teniendo en cuenta que existe un "desequilibrio" de inversiones respecto a otros territorios, esencialmente el Corredor Mediterráneo, que las recibe "infinitamente superiores". Fundamentalmente, explicó, "con el denominador común del peso poblacional". 

"Un déficit de unos 16.000 millones de euros. Ese es el motivo del retraso en el desarrollo de ciertas infraestructuras, como los puertos. Nosotros tenemos la obligación de hacerlo ver y que se corrijan estos desequilibrios, porque luego se nota en la falta de oportunidades que tienen mucho que ver con las conexiones. Queremos ese equilibrio de inversiones y rapidez en la ejecución de obras. Nuestro papel tiene que ser relevante reivindicando esto", zanjó.