A mi padre le hubiera gustado mucho ver a lo que hemos llegado

E.Carretero
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El barraqueño Vicente Candil llegó a Madrid y con el dinero que le prestaron sus hermanos puso una frutería que dio origen del Grupo Candil que hoy dirigen sus cuatro hijos y que es líder en el comercio mayorista, con más de 350 empleados

A mi padre le hubiera gustado mucho ver a lo que hemos llegado

«A mi padre le hubiera gustado mucho ver a lo que hemos llegado», asegura Ángeles Candil Mateos al hablar del Grupo Candil, empresa  referente dentro del sector de la producción y comercialización de frutas y verduras que nació en el año 1985 como un pequeño negocio familiar y que hoy es una de las empresas más modernas e innovadoras dentro de su ámbito de referencia.

Cuando el barraqueño Vicente Candil vio como enfermaban todas sus cabras e incluso él mismo por la fiebre de malta seguramente que nunca imaginó que irse a Madrid con Teodora, su mujer, y su primera hija, Ángeles,  le iba a deparar un futuro laboral tan próspero. «Se quedó sin nada», recuerda la primogénita del fundador del Grupo Candil como la familia tuvo que abandonar El Barraco para irse a la capital donde Vicente, con el dinero que le habían prestado dos de sus hermanos, montó una pequeña frutería en el barrio de Vallecas,  en un local que también sirvió de vivienda para la familia a la que más tarde se sumaron tres hijos más: Vicente, Carmen y Luis. 

«Compró un motocarro y se lío a comprar y vender judías, lentejas y otros productos del campo que traía del pueblo», recuerda Ángeles los primeros pasos de su padre en un negocio que pronto fue haciendo clientes. Poco a poco Vicente fue adquiriendo locales anexos a aquella pequeña frutería situada en la calle Martínez de la Riva167  (donde actualmente se encuentra la Asamblea de Madrid) que con el tiempo se convirtió en un supermercado ('El Paleto') en cuya planta superior la familia tenía su vivienda y que estuvo abierto hasta que a principios de los años 80 el Ayuntamiento de Vallecas expropió esos terrenos para poder acometer un nuevo plan parcial. A cambio, los Candil recibieron un local en el que abrieron una pastelería, negocio que se sumó al puesto de frutas y verduras que Vicente adquirió en el Mercado Municipal de Legazpi. Algo más tarde, en 1982, sigue contando la primogénita de la familia, hoy al frente de la empresa junto a sus tres hermanos, Vicente tuvo la suerte (porque la opción a compra se sorteaba) de poder conseguir un puesto en Mercamadrid, la mayor plataforma de distribución, comercialización, transformación y logística de alimentos frescos de España. «Empezamos a vender al por mayor», cuenta Ángeles lo que supuso para la empresa familiar dar este paso. Hoy el Grupo Candil cuenta con cinco puestos de frutas y verduras al por mayor en Mercamadrid y también está presentes en el Mercado Mayorista de Frutas de Barcelona. Desde allí venden frutas y verduras a las principales superficies comerciales no solo de España sino también de otros  países europeos, y también a minoristas y fruterías de barrio, varias de ellas de la capital abulense.

A mi padre le hubiera gustado mucho ver a lo que hemos llegadoA mi padre le hubiera gustado mucho ver a lo que hemos llegadoPero la visión empresarial de Vicente, que falleció en un accidente hace casi 20 años, iba más allá de vender, como reconoce su hija que recuerda que fue su padre quien decidió ampliar esa actividad de venta mayorista con el cultivo de ciertos productos con el objetivo de completar todo el proceso, desde el origen. De hecho, el Grupo Candil produce en Almería sandías y lechugas que luego vende al por mayor tanto en territorio nacional como fuera de nuestro país y principalmente en Alemania, Francia e Italia. Fue el padre de los hermanos Candil el que puso en marcha estas huertas en el sureste de Andalucía, recuerda Ángeles con orgullo y antes de alabar la visión empresarial de su progenitor que a día de hoy sigue sirviendo de ejemplo a sus hijos al frente de este negocio que cada año pone en manos del consumidor más de 20 millones de kilos de fruta de temporada. 

exportación. Y es que a pesar de sus humildes orígenes, los de un cabrero de El Barraco que perdió todos sus animales y tuvo que irse a Madrid, Frutas Candil ha logrado convertirse en un referente dentro del sector de la confección y comercialización de frutas y verduras, dando trabajo a más de 350 personas, entre agricultores, recolectores, transportistas, comerciales, jefes de campo, personal de línea e ingenieros técnicos agrícolas, entre otros. 

La expansión de Frutas Candil es tal que el 60 por ciento de las sandías que se cultivan en Almería, en este caso dentro de una sociedad integrada por una quincena de socios, se exportan. Tanto es así que las probabilidades de comprar una sandía en Alemania y que ésta proceda de las huertas del Grupo Candil son muy elevadas. 

A mi padre le hubiera gustado mucho ver a lo que hemos llegadoA mi padre le hubiera gustado mucho ver a lo que hemos llegadoPese al crecimiento de la empresa, y a pesar de que Vicente, el fundador, falleció de forma temprana, ni sus hijos ni su mujer, que hoy tiene 85 años y sigue muy pendiente de la empresa, han dejado nunca de ir a El Barraco, localidad que visitan con frecuencia y a la que, asegura Ángeles, nunca faltan en verano, en fiestas, «para acompañar al Cristo». 

«Hemos seguido luchando por él y sin él», apunta la mayor de los Candil para hablar de su padre y del legado que, junto a su madre, que siempre trabajó en la frutería, les han dejado a ella y a sus tres hermanos, todos ellos hoy en día al frente de una de las empresas líderes en venta al por mayor de frutas  y verduras.