La colombiana Camila Puerto siempre ha sabido seguir su camino y ese camino la trajo a Ávila donde reside actualmente dedicándose al body piercing. Llegó a España el 3 de diciembre de 2019, justo hace cinco años, pero está en Ávila desde 2022. A España llegó sola y lo hizo «porque quise cambiar de país por experimentar. Soy una persona que me considero muy libre y me considero muy de expectativas, de experimentar cosas» y esa forma de ver la vida la llevó rumbo a España. Porque en su país tenía su carrera (riesgos laborales) y su familia, y en su caso no es que la echaran del país ni por temas de violencia, realmente fue porque quiso, por esa idea de «lograr muchas cosas y muchas metas, demostrándome el ímpetu que podía llegar a tener».
Es verdad que el comienzo en España fue duro «porque es nuevo en todo, hay que salir de la zona de confort y eso siempre es duro para cualquiera» pero siente que tiene «un ímpetu que hace que logre las cosas. Y también soy muy positiva». Al principio llegó a Madrid «porque uno escucha mucho que es la capital y que hay muchas oportunidades», aunque para ella fueron unos inicios de estar perdida y a la deriva, «muy de locura por llamarlo de alguna manera». Pero logró sobreponerse y encontrar un nuevo rumbo en su camino. «Yo anteriormente trabajaba en otra cosa. Entonces, justo para las fechas de medievales, en septiembre, me mandaron a una tienda de las que ponen en los medievales. Y conocí a Sergio, que es el dueño del estudio (en el que trabaja), y surgieron cosas, nos enamoramos» y eso motivó el cambio.
Ese cambio la llevó a ser «anilladora porque a mí siempre me ha gustado, incluso desde Colombia, pero siento que aunque a uno muchas veces le gustan cosas, la vida no te encamina a eso en un momento dado. Luego, conocer a Sergio y todo este tema, me encaminó a esto, empecé a formarme y luego ya comencé a trabajar». Y sigue formándose porque «al final es un mundo bastante amplio y en el que siempre hay que seguir formándose».
En Ávila está «muy adaptada» y así lo notó cuando en marzo de este año volvió a Colombia después de cuatro años y vio que era un cambio «abrupto» volver. Y esto a pesar de que de su país extraña muchas cosas, sobre todo a su familia. Pero el viaje hizo que se diera cuenta que «allí creces con tus padres, creces con una manera de vivir, con lo que te enseñan, con cómo te educan. Pero el vivir aquí me hace ser yo. Esto lo he formado gracias a mí. Y eso te hace estar en una zona, no de confort, pero sí sentirte pleno con lo que tú eres, con lo que transmites y con lo que haces».
Así que es consciente de que le gusta vivir aquí porque se ha «encontrado» a ella misma pero también «por la calidad de la gente», por poder romper estigmas y mostrar «que se puede lograr». «Me gusta la oportunidad que me ha dado España de encontrarme y de encontrar también la pasión que tengo por el arte del body piercing. Porque siempre me había caracterizado por ser una persona que trabajo en cualquier cosa, soy bastante polifacética y lo hago con amor, pero nunca había encontrado eso que yo diría que incluso puedo hacerlo gratis», asegura.