El universo Warhammer 40K, que engloba a juegos de estrategia en torno a batallas en los que se mezclan elementos de ciencia ficción y fantasía heroica, tiene su público en Ávila, y de la mano de la Asociación 9 Puertas quiere seguir creando afición entre las nuevas generaciones. El hecho de que las figuras que van componiendo los ejércitos vengan sin montar ni pintar, siendo cada usuario el que tiene que ir dando forma y color a sus miniaturas, le da un valor añadido a un entretenimiento que es mucho más que un juego de guerra.
Rodrigo Hurtado lo sabe. A sus 40 años lleva inmerso en el mundo Warhammer desde los 16 (con un parón por trabajo) y ahora, además de compartir la afición con sus hijas y con amigos, también quiere dar a conocer este particular universo a más personas desde la citada asociación. Este sábado, precisamente, brindaron una buena oportunidad con la organización del concurso de pintura rápida de Warhammer (amateur y experto) en el Episcopio, en el marco del programa municipal de Navidad del Ayuntamiento de Ávila. El material (figuras y pintura) y los miembros de la asociación (además de varios juegos de mesa) estuvieron disponibles toda la mañana para recibir a unos participantes que se hacían esperar. «El año pasado también hicimos el concurso en Navidad y fue muy bien, pero este año parece que ha sido mal día», reconocían desde la asociación.
Para pintar las miniaturas, que en este caso eran orcos del Señor de los Anillos, «hay que ser muy minucioso». Las figuras, además de ser muy pequeñas, tienen muchos recovecos y hay que darles distintos matices y sombras con las pinturas. «Tenemos tres colores, marrón cuero, que se puede usar para la ropa o la piel, metálico, para la armadura, y verde para la piel, con las distintas sombras...», apuntaba Rodrigo.
Con todo, desde esta agrupación ya piensan más allá y preparan la organización de un torneo de Warhammer 40k en Ávila para el próximo mes de julio, el cual se presenta como «el más grande» que se vaya a celebrar en la ciudad. La idea es ofrecer importantes premios y contar con un centenar de participantes «llegados de toda España», de ahí que estén «hablando con el Ayuntamiento de Ávila» para ultimar detalles como el de las instalaciones. Se trata, además, de jugadores con cierto poder adquisitivo, no en vano la afición no es barata, precisamente. Cada miniatura ronda los 50 euros y armar un ejército puede costar unos 2.000 euros.
En este caso cada participante «traerá sus propias figuras» para poder disputar el torneo. También quieren llamar a asociaciones para hacer algo benéfico y poner a Ávila «en el mapa del juego», como ya lo están localidades como Talavera. Los juegos de mesa se consideran «aficiones sanas» y en este caso más, al unir a la estrategia la habilidad de la manualidad y el valor de construir tú mismo las figuras con las que luego librar batallas de mundos lejanos.