La borrasca 'Juan', que tuvo especial incidencia este viernes en Castilla y León, dejó la primera nevada del año en Ávila capital, acompañada de mucha lluvia que, lejos de mostrar esas bonitas estampas blancas de la explanada del lienzo norte de la Muralla, lo que sí provocó fue la formación de balsas en algunas vías y la crecida tanto del río Adaja como del Chico.
Y fue precisamente esa importante crecida de los ríos, no solo en la ciudad, sino también en la provincia, como ya venía ocurriendo en jornadas anteriores, la que llevó al delegado territorial de la Junta de Castilla yLeón en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, a activar a las 14,42 horas la situación 1 de emergencias del Plan de Protección Civil (Inuncyl) ante el riesgo de inundaciones.
Y es que a esa hora ya habían caído casi 30 milímetros en la capital y en la comarca de la Moraña, y más de 40 en el Valle del Tiétar, provocando las crecidas de los ríos y en algunos casos incluso desbordamientos e inundaciones, especialmente al norte de la provincia, donde el agua se llevó por delante incluso alguna infraestructuras, como fue el caso de un puente entre Cisla y Muñosancho.
En la ciudad de Ávila, donde no se llegó a activar el plan de nevadas pero sí se sacaron a la calle varias máquinas para esparcir sal de manera preventiva, la lluvia que cayó durante buena parte de la noche y la mañana dio paso poco después de las 2 del mediodía a la nieve, que apenas cuajó en alguna zona verde y que sólo era visible en los vehículos. Eso sí, la acumulación de precipitaciones a lo largo del día provocó que el caudal del río Adaja creciera considerablemente hasta casi los 20 metros cúbicos por segundo, superando el metro y medio de nivel, según datos de la Confederación Hidrográfica del Duero, y con él volviera la habitual balsa que se forma en estos casos en la zona de la playa del parque de El Soto.
Pero al margen de eso, no hubo grandes incidencias en la capital, aunque los bomberos sí estuvieron vigilantes ante la crecida del Adaja.
En cuanto a la provincia, las mayores lluvias se concentraron al sur, en el Valle del Tiétar, y al norte, en la Moraña, donde la Agencia Estatal de Meteorología registró los mayores volúmenes de precipitaciones de toda la Comunidad. Más de 45 milímetros en Candeleda, más de 40 en El Pico, 33 en Gotarrendura y 30 en Muñotello, aunque también en El Barco de Ávila rondaron los 40 milímetros.
Pero además, esas precipitaciones fueron en forma de nieve, con espesores más o menos importantes, en la Sierra de Gredos, y con menor intensidad en la comarca de la Moraña.
la A-50, con nieve. En cuanto a las carreteras, lo más llamativo fue que la autovía A-50 se vio afectada por la nevada en sus primeros 55 kilómetros, entre Ávila y Gimialcón, y la circulación fue irregular, con prohibición de camiones.
En otras vías de la red principal como la N-110 fue obligatorio el uso de cadenas en el puerto de Villatoro y lo mismo ocurrió en el puerto de Menga, en la N-502. Además, se registraron inundaciones en la CL-507 en Sanchidrián y en la AV-120 de Muñana a Muñico.