Editorial

Si todo sigue igual...

M. Rafael Sánchez
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Si todo sigue igual... - Foto: Ana Jiménez

Con el comienzo del año las ansias de renovación y de mejora nos atrapan. Es bueno tener siempre objetivos para renovar o cambiar nuestra vida y la de quienes nos rodean. Una vida rutinaria, sin metas donde llegar, puede ser el comienzo de emociones negativas o de algunas enfermedades mentales como la ansiedad o la depresión. Por eso, no todo ha de seguir igual, pues la comodidad es antesala de la insatisfacción. Es bueno que haya un tiempo en el que reflexionemos sobre los tres tiempos en los que navegamos en la vida, que existan el pasado, el presente y el futuro sin estorbarse ni dictarse los unos a los otros. Y el comienzo del año puede ser ese tiempo.

En esta tesis viene bien recordar al psiquiatra vienés Viktor Frankl, creador de la logoterapia, que "se centra en el sentido de la existencia humana y en la búsqueda de ese sentido por parte del hombre." Se ha considerado que este autor representa la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia, siendo su iniciador Freud y su voluntad de placer, Adler con su voluntad de poder vendría después y Frankl con su voluntad de sentido, sería la tercera de estas escuelas. En su experiencia médica comprobó cómo las personas que descubrían un sentido para sus vidas, curaban sus neurosis.

Pero también en la ficción encontramos ejemplos de esta voluntad para dar sentido a la existencia y no todo siga igual. En el Cuento de Navidad de Charles Dickens, su avaro protagonista recibe la visita de los espíritus de los tres tiempos, los cuales le van ofrecer la oportunidad de transformar su vida. El primer espíritu, el del pasado le hace recordar las experiencias vividas tanto positivas como negativas, mientras que el del presente le hace saber cómo sus actuaciones afectan a las personas que lo rodean. Por último, el espíritu del futuro le hace ver al protagonista cómo su egoísmo lo va a llevar a la soledad y abatimiento. Pero le abre la puerta para que cambie ese destino con el ejercicio de moldear su voluntad hacia el bien. 

Pero no solo a nivel personal puede ser negativo que todo siga igual. Hace un par de años Yuval N. Harari advertía de que si todo sigue igual a nivel planetario nos encaminaremos más deprisa al desastre ecológico, también aumentará la crisis en el mercado laboral con un incremento de una clase social considerada inútil para el trabajo debido a su baja formación y, por último, nos advertía de que nos encaminábamos hacia unas dictaduras digitales. Su premonición respecto a esto último es asombrosa, pues vemos cómo Elon Musk –convertido en consejero de Trump- ha hecho de su red social X un espacio donde desinformar, mentir y programar pensamientos, emociones y políticas a su antojo, lo que no dista mucho de ser lo que el propagandista nazi Goebels hizo durante la dictadura de Hitler. 

Si todo sigue igual a nivel personal y planetario, es posible que nos estemos cerrando toda posibilidad de futuro. Gandhi dijo una sencilla frase que a muchos se les habrá pasado por la mente sin meditar a fondo, pero que puede tener el poder de cambiarlo todo: «El futuro depende de lo que hagas hoy».