Las rupturas matrimoniales en la Comunidad se redujeron el pasado año un 6,3 por ciento, al pasar de las 3.286 de 2022 a las 3.079 del pasado año. Este descenso está un punto por encima del apuntado por la media nacional, que es del 6,3 por ciento, hasta totalizar 80.065, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogido por Ical. Se trata, además, de la cifra más baja al menos en dos décadas. El punto más alto se registró en 2006, con 5.808 rupturas, casi el doble que en 2023.
Castilla y León repitió en 2023 como la autonomía con la tasa de demandas de disolución matrimonial por cada 1.000 habitantes más baja de España, con 1,29, casi una décima menos que en 2022 (1,38). La media nacional se situó en 1,66 y la Ciudad Autónoma de Ceuta (2,4) registró la mayor, seguida de la Comunidad Valenciana y Canarias (1,9).
En concreto, en Castilla y León se contabilizaron 2.952 divorcios, frente a los 3.153 del ejercicio 2022, un 6,3 por ciento menos, mientras que las separaciones ascendieron a 127, seis menos que en 2021.
Por provincias
Por provincias, las disoluciones matrimoniales crecieron en tres provincias, encabezadas por Palencia, con un 26,7 por ciento, al pasar de 168 a 213 el pasado año, seguida por Soria, con un 18,4 por ciento, de 114 a 135; y Burgos, con un 13,1 por ciento más, de 457 a 517. Por contra, cayeron un 20,2 por ciento en Valladolid (hasta las 649); un 18,7 por ciento en Segovia (con 160); un 15,1 por ciento en Ávila (con 151); un 11,7 por ciento en León (con 609); un 4,1 por ciento en Salamanca (hasta las 440); y un 2,4 por ciento en Zamora (con 204 disoluciones).
A nivel nacional, se produjeron 76.685 divorcios y 3.380 separaciones (las nulidades no están disponibles en 2023). Los divorcios representaron el 95,7 por ciento del total y las separaciones, el resto. En 2023 hubo 1.718 divorcios entre personas del mismo sexo (el 2,2 por ciento del total). De ellos, 832 fueron de hombres y 886 de mujeres. Además, hubo 91 separaciones (2,7 por ciento del total).
Seis de cada rupturas lo fueron por sentencia (47.558 en España). Los matrimonios disueltos por divorcio tuvieron una duración media de 16,4 años, similar a la del año anterior. Casi un tercio de ellos (32 por ciento) se produjeron después de 20 años de matrimonio o más. El 21,4 por ciento, entre cinco y nueve años después, el 16,7 por ciento, entre 10 y 14 años, el 15,7 por ciento, entre 15 y 19, el 10,8 por ciento, entre dos y cuatro años, y el 3,3 por ciento, en menos de dos años.
El mayor número de divorcios entre cónyuges de diferente sexo tuvo lugar en la franja de edad entre 40 y 49 años, tanto en hombres como en mujeres. La edad media de las mujeres en los procedimientos de divorcio fue de 46,2 años. En los hombres fue de 48,7 años.