No hubo demasiadas sorpresas en el Debate sobre el Estado de la Ciudad que acogió este viernes el Ayuntamiento de Ávila. El equipo de gobierno de Por Ávila y los tres partidos de la oposición, Partido Popular, PSOE y VOX, evidenciaron las diferencias que arrastran desde el comienzo del mandato, hace poco más de un año, periodo en el que se han vivido episodios inéditos en el Consistorio abulense, como la celebración de una cuestión de confianza sobre la figura del alcalde ante la falta de apoyos a los presupuestos municipales, situación que, por lo visto y oído en el debate, no se descarta que pueda repetirse este año. Ante este panorama que desde Por Ávila se denuncia como un bloqueo al Ayuntamiento, el alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, hizo un llamamiento para terminar con esta situación que «no beneficia a nadie», dijo. El regidor abulense insistió en varias ocasiones en su intención de «tender la mano» a la oposición, una postura que también desde PP, PSOE y VOX se dice tener, pero lo cierto es que ni uno ni otros dan el paso definitivo que permita alcanzar un mínimo acuerdo sobre las cuestiones claves que permiten avanzar al Consistorio. De hecho, el viceportavoz municipal del PSOE, Arturo Barral, que fue el encargado de tomar la palabra en nombre de su partido, ya avisó que, según van las cosas, la cuestión de confianza puede volver a ser la tabla de salvación para la política económica de XAV.
Dos intervenciones de Sánchez Cabrera y otras dos de cada uno de los cuatro portavoces municipales ocuparon las casi dos horas que duró el debate, que arrancaba con la exposición del alcalde, en la que reconocía que «en 2019, trazamos una línea para cambiar Ávila en base a un modelo de ciudad más sostenible y verde, pero el cambio no lo podemos hacer a la velocidad que quisiéramos y los abulenses saben bien por qué, pero a pesar de las circunstancias nosotros mantenemos el timón en esa línea de cambio, en la que gobernamos para todos, no para unos pocos, y nuestro compromiso con los abulenses permanece intacto».
Sánchez Cabrera defiende que «trabajamos para que nadie se quede atrás. Somos el Ayuntamiento de todos los abulenses, y ya no hay abulenses de primera y de segunda», y asegura «sin lugar a dudas, el Ávila de hoy es mucho mejor que el Ávila de hace cinco años, con unos parámetros de calidad ambiental y de servicios públicos que nos permiten estar a la altura de las mejores ciudades europeas», insistiendo en que ahora, «Ávila es una ciudad de todos y para todos, una ciudad más amable y sostenible donde vivir. Es una ciudad de oportunidades» porque «en estos cinco años, toda la acción de gobierno ha estado encaminada a la generación de oportunidades de presente y de futuro para quienes vivimos en Ávila y quienes vengan».
Ya en su primera intervención Sánchez Cabrera lanzó mensajes de consenso hacia la oposición,«no hay mayor ánimo en este equipo de gobierno que la búsqueda del entendimiento para llegar a acuerdos de ciudad, y para seguir mejorando la ciudad necesitamos la implicación de todos», apuntando que «el bloqueo no es bueno para nadie, no es una buena opción, y, aún peor, el bloqueo a las ordenanzas fiscales y al presupuesto municipal tampoco es bueno para los abulenses», pero fue en su alegato final cuando apuntó ese mensaje de forma más vehemente, apuntando a la oposición cuando preguntó a sus representantes que si «¿creen que sus votantes entienden su postura?», volviendo a pedirles «colaboración» y dejando la pelota en su tejado, «ahora tienen ustedes la palabra. Si quieren ser valientes, den el paso y asuman funciones de gobierno, les doy a elegir la cartera que quieran. Si no quieren, por lo menos no bloqueen al Ayuntamiento, dejennos hacer».
En parecidos términos se manifestó en sus dos intervenciones el portavoz de Por Ávila, José Ramón Budiño, quien después de enumerar las principales actuaciones del equipo de gobierno, «siempre pensando en mejorar la ciudad», criticó el hecho de que «la estrategia política de la oposición únicamente sea la de desgastar a Por Ávila».
visión de la oposición. Como era de esperar, la visión que de la ciudad tiene la oposición dista bastante de la que ofrecieron los representantes de Por Ávila, los tres grupos, PP, PSOE y VOX coincidieron en sus críticas de «improvisación», y «poco trabajo» por parte del equipo de gobierno, al que acusaron, de «continuas mentiras».
Jorge Pato, portavoz del PP, recordó a Por Ávila que «ya no vale la excusa de la herencia, porque son ustedes los herederos de su anterior mandato», y lamentó que «no hay un área que se libre» de lo que consideró como «falta de trabajo e innovación, limitándose a un aprovechamiento de gestiones de anteriores corporaciones», como «los millones de la EDUSI, aunque nunca antes tanto dinero había causado tanto malestar a los ciudadadnos con unas obras que demuestran que ni dialogan ni escuchan a los ciudadanos». Para Pato los males de este mandato comenzaron con «la mentira en la campaña electoral sobre la situación de las arcas municipales, que quisieron arreglar con una subida de impuestos masiva. Como no se aceptó, cogieron una pataleta y empezaron a echar la culpa de la situación a la oposición, a los técnicos o a otras instituciones, sin asumir que es su responsabilidad. Viven instalados en la mentira de el primer minuto de su llegada, y ese es el principal problema».
Arturo Barral (PSOE)también acusó a Por Ávila de tener «una visión idílica de la ciudad, que se basa en conjeturas y anhelos, pero que no tiene nada que ver con la redalidad que viven los abulenses». El concejal socialista considera que «el equipo de gobierno es incapaz de asumir sus competencias», de estar «instalado en el desgobierno» y recordó al alcalde el incumplimiento de las tres condiciones que puso el PSOE para apoyar la subida de la tasa de basuras. Barral como «la mentira fundamental de Por Ávila el decir en campaña que el Ayuntamiento tenía unas cuentas saneadas, lo que se ha convertido en un lastre» para un equipo de gobierno que «se ha movido a impulsos y con improvisación».
Por último, José Manuel Lorenzo Serapio, portavoz de VOX, considera que «Ávila está cada vez peor a causa de las mentiras del equipo de gobierno, que ha destrozado el tejido asociativo de la ciudad y que siempre ha puesto por delante los intereses propios a los de los abulenses». Desde VOX se asegura que «Por Ávila no tiene ni estrategia ni modelo de ciudad. Nadie sabe lo que quieren, salvo usar a los abulenses en su lucha fraticida con el PP. Se han acostumbrado a culpar a otros de sus fracasos, cuando la única responsabilidad de la sensación de abandono que tienen la ciudad es suya».