El Centro de Arte y Naturaleza Cerro Gallinero de Hoyocasero vivió en la madrugada del lunes al martes la celebración de su III Paseo a la luz de la Luna llena, una oportunidad para visitar la colección permanente de obras de arte que tiene este museo al aire libre –a más de 1.600 metros de altitud– aprovechando la singularidad de hacerlo a la luz natural y con algo de mágica que ofrecía nuestro satélite el día que luce con mayor fuerza en el cielo.
Partió el grupo de participantes del aparcamiento hacia el Cerro Gallinero a las 23,00 horas, para disfrutar de la oportunidad de realizar esa visita cultural nocturna que también era un paseo por la naturaleza, en la jornada en la que la luna se encontraba más cerca de la Tierra y se veía más grande (un 14% más de la media) y, por tanto, lucía más (hasta un 33% más de luminosidad).
Explicó Carlos de Gredos, creador y director del Cerro Gallinero, que la hora en la que la luna estaba más cerca (se veía más grande) y era más brillante era las 21,35 horas, pero que ese momento no era el más adecuado «para nuestro paseo pues todavía quedaba una hora de luz solar, por eso quedamos a las 23,00 para que las obras estuviesen mejor iluminadas por esa luz especia»; la luna, añadió, «estaba posicionada en Acuario, signo zodiacal del cambio y lo no convencional, y a la derecha de Saturno».
en el laberinto. Las alrededor de sesenta personas que se sumaron a esta propuesta, procedentes de Ávila capital, pueblos de los alrededores y también de Madrid, iniciaron la visita al Cerro por la parte sur para llegar a las 00.00 horas al Laberinto, que es el lugar en el que se había preparado la novedad de un concierto que enriqueciese la visita.
El protagonista del recital fue el barcense Antonio Barral, guitarrista y licenciado en Filosofía que ha participado en proyectos de rock, blues y hard-rock con diferentes grupos, y que también lo ha hecho en 'clínicas de guitarra', y que para esta cita nocturna a la luz de la luna ofreció un repertorio especialmente preparado para la ocasión: Anónimo medieval, con variaciones creadas por el guitarrista; The earle of Salisbury, de William Byrd; Street Spirit (fade out), de Radiohead; Close cover, de Wim Mertens; Time, de Hans Zimmer; el Blues del Cerro Gallinero y, para acabar, una pieza tan sugerente como Is there anybody out there, de Pink Floyd
Tras el concierto más de la mitad de los participantes en la visita, entre las cuales hubo varias que subían por primera vez al Cerro y por lo tanto vivieron una aproximación a las obras "muy especial", subieron a hacer parte del circuito circular de la cima, dando continuidad a una actividad que finalmente se dilató a lo largo de más de tres horas, pero que a la mayoría de los participantes, por su singularidad y su intensidad, se les hicieron muy cortas.