El emisario real levantó la ilusión y la esperanza a los niños que se encontraban esperando su llegada en el Mercado Chico y durante el recorrido por las calles del centro de la ciudad ante la inminente llegada de los Reyes Magos de Oriente. Y es que estamos a punto de culminar en el acto más esperado por los niños de Ávila, la Cabalgata que preludiará la llegada de los Reyes Magos en la noche más mágica del año. Y precisamente para facilitar la entrada de estos en los hogares tuvo lugar el acto de entrega de las llaves de la ciudad a quien es el emisario real por parte del alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera. Previamente, acompañado por una gran comitiva, con solemnidad, por las calles de la ciudad y ante todo, dejándose ver, llegaba este enviado, acompañado por la música de 'El Amarrado. Fue recibido con todos los honores en la plaza del Mercado Chico.
Este año la lluvia restó asistencia a este acto, tanto en el mercado Chico, donde se produjo la entrega de las llaves de la ciudad y la intervención del emisario real, como por las distintas calles por donde discurrió la comitiva del emisario real.
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En su intervención este enviado recordó a los niños que durante estos días que faltan para su llegada «no nos olvidemos que sigue siendo Navidad y que por ello debemos tener nuestros corazones dispuestos para albergar valores y solidaridad, para seguir entregando amistad a raudales, para continuar acordándonos de aquellos que más nos necesitan no sólo en estas fiestas, sino todos los días del año». Recordó a los niños que estos días permanecerán en Ávila «los carteros reales, a los que podéis entregar vuestras cartas escritas, para que las reciban los Reyes a tiempo antes de la Cabalgata que, como siempre, es un momento muy especial y es cuando los podemos ver en persona». E invitó a los niños a que estuvieran «pronto dormidos». Y comentó a los pequeños que los Reyes Magos le habían dicho que «la de este año debe ser la noche más mágica que todos celebremos del año, para comenzarle bien» y que por ello todos «debéis estar muy concentrados y alegres para cuando vengan» y aventuró que con ello, «ellos sabrán apreciar esa alegría, la ilusión con la que todos los años esperáis su llegada». Por último pidió a todos pequeños y mayores, «lo mejor de vosotros para que Ávila disfrute de esa noche tan especial de todos». Y concluyó con unas certeras palabras: «Tened encendido el corazón y despiertos los sentidos: todo es posible gracias a la magia de sus Majestades de Oriente».