La ermita de El Parral, con la cerradura forzada otra vez

I. Camarero Jiménez
-

Un supuesto intento de robo el 11 de junio llevó al párroco a cambiar el cierre y denunciar los hechos, lo que supuso un encontronazo con la asociación Virgen del Parral que denunció al sacerdote

La ermita de El Parral, con la cerradura forzada otra vez - Foto: EFE (Raúl Sanchidrián)

Hace escasas fechas saltaba la noticia incluso a los medios nacionales. La Asociación Cultural de la Virgen de El Parral, del pueblo del mismo nombre en la provincia de Ávila (y con apenas 60 habitantes) denunciaba al sacerdote de la localidad, Jesús López, por «el destrozo de la caja fuerte» que este colectivo tiene en el exterior de la venerada ermita del pueblo, según confirmó  a EFE la presidenta, Rosario Alonso. En aquel momento, el pasado lunes 17 de julio el Obispado defendió la actuación del religioso.

Ante ello la asociación solicitó la destitución de López y que «devuelva» las llaves del templo para que los vecinos puedan venerar la imagen de su Virgen, como venía siendo habitual hasta noviembre de 2022, cuando permanecía abierto a los fieles casi todo el día.

Vistos los hechos y judicializada la causa, Diario de Ávila ha preguntado al Obispado de Ávila y desde allí explican los siguientes extremos en defensa de la actuación del  sacerdote de la Diócesis abulense.

La ermita de El Parral, con la cerradura forzada otra vezLa ermita de El Parral, con la cerradura forzada otra vez - Foto: EFE (Raúl Sanchidrián)Desde el Obispado quieren dejar constancia que «la Ermita de Nuestra Señora de El Parral es propiedad en pleno dominio de la Parroquia de San Sebastián, encontrándose inscrita válidamente a su nombre en el Registro de la Propiedad de Piedrahita al Tomo 1924, Libro 15, Folio 15, Finca nº 1732 de El Parral, sin que nunca se haya discutido jurídicamente dicha titularidad dominical extrajudicialmente o ante los Tribunales de Justicia que, en definitiva, serían éstos últimos los llamados a resolver un debate de tal índole».

En cuanto al motivo de que el párroco tenga la llave obedece a que «el día 11 de junio se produjo un intento de robo en la ermita (denunciado como corresponde), apareciendo forzada la cerradura de ésta». Intento de robo que ha vuelto acurrir este martes y que luego explicaremos. 

Fue ante lo ocurrido entonces «y como es lógico», que en los primeros días de julio, «el párroco (como administrador legítimo de la ermita, que defiende el Obispado que es) quiso cambiar la cerradura que había sido forzada». Así lo hizo. En ese momento, relatan desde la Diócesis, «decidió también cambiar la de la caja de los donativos (objeto también del citado intento de robo)».

Así las cosas no entienden las declaraciones de la portavoz de la asociación que califican de «injuriosas» pues la pretensión del párroco «no era otra que cambiar unas cerraduras que habían sido forzadas en un intento de robo previo, esto es, velar por el cuidado de la ermita, como es su obligación». 

En definitiva justifican el proceder del párroco en el intento de robo tanto en la ermita como en la caja fuerte del pasado 11 de junio y aseguran que no existe nada extraño «en la lógica y obligada pretensión de preservar los bienes afectados o susceptibles de serlo por una agresión ilegítima protagonizada por terceros desconocidos». Además avanzan que este mismo martes 18 de julio  ha aparecido de nuevo la cerradura de la ermita forzada, en un nuevo intento de robo, que «el párroco (como administrador legítimo de la ermita) ya ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil».

Concluyen pues que «nadie, salvo la parroquia de San Sebastián, está legitimado para arrogarse inexistentes derechos sobre el templo referido y sus pertenencias, sin perjuicio y con independencia de otros aspectos de orden espiritual que no deben involucrarse en este desagradable asunto». 

También desde la asociación se pidió una reunión que en su momento «no pudo producirse por indisposición del entonces Administrador Diocesano». 

Finalmente y dado que desde la asociación pidieron la destitución del párroco, desde el Obispado puntualizan que «los cambios de párrocos en las distintas parroquias de una diócesis nunca se realizan bajo amenazas o presiones sociales de ningún tipo. Obedecen únicamente a cuestiones pastorales que deberán determinarse según el procedimiento diocesano ordinario, en los tiempos y formas que se consideren».

Por último, y precisamente porque el asunto está judicializado además de por respeto a la Justicia ya avanzan que no habrá «más pronunciamientos, ni manifestaciones por parte del Obispado hasta que se resuelva el proceso judicial con resolución firme».

la asociación. Según informó  en su día la agencia Efe, la Asociación Cultural de la Virgen de El Parral denunció al sacerdote por «el destrozo de la caja fuerte» que este colectivo tiene en el exterior de la venerada ermita del pueblo, por lo que pedían su destitución y que devolviera las llaves del templo. Estos hechos, indica la agencia, fueron denunciados por la Asociación Cultural ante la Guardia Civil, contando como testigo con la tesorera, tal y como confirmaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno.

Mientras tanto, los ánimos seguían encendidos en el pueblo de la comarca de La Moraña.

La presidenta de la Asociación Cultural Virgen del Parral acusaba al párroco de «extorsionar a la Junta Directiva para tener el control absoluto de la ermita», cuando fue el pueblo el que «ha cuidado siempre del templo y de su Virgen». «A mí no me gusta que pisoteen mis derechos», señaló Rosario Alonso, quien reprochaba al sacerdote que «no dialogue» y de tratar de que todo el mundo diga «amén» a lo que plantea.

Ella, como presidenta de la asociación, aseguraba estar dispuesta a llegar hasta donde haga falta para que las cosas vuelvan a ser como eran antes.

Las cosas comenzaron a torcerse con la inmatriculación de la ermita hace once años, ya que la asociación, integrada por medio centenar de socios, considera que el templo es del pueblo, mientras que la diócesis cuenta con documentos que aseguran lo contrario. El caso se resolverá finalmente en los tribunales.