Aunque solo están detrás del 2 por ciento de las defunciones lo cierto es que capítulo aparte en este análisis de qué morimos los abulenses lo tienen las causas externas, aquellas en que el fallecimiento nada tiene que ver con enfermedades ni procesos degenerativos. Así las cosas, en el primer semestre de este año en Ávila se registraron 23 decesos de este tipo, 14 de varones y 9 de mujeres.
Los accidentes se situaron como la primera causa de muerte externa, con siete decesos por este motivo en el periodo en cuestión, de los cuales cuatro fueron de varones y tres de féminas. A estas muertes hay que sumar, además, las cuatro que en esos seis meses ocurrieron a consecuencia de caídas accidentales, todas ellas en varones.
Por detrás estuvieron las defunciones por ahogamiento, sumersión y sofocación accidental, de las que en los seis primeros meses de este año se contabilizaron tres decesos, que en este caso terminaron con la vida de tres féminas.
También se registraron en el periodo en cuestión dos decesos a consecuencia de accidentes de tráfico, en ambos casos de mujeres. Y otras dos muertes (un varón y una mujer) en el periodo en cuestión fueron consecuencia de envenenamientos accidentales por psicofármacos o por abuso de drogas.
Pero sin duda uno de los principales motivos de muerte por causas externas durante el primer semestre de este año fueron el suicidio y las lesiones autoinfligidas, con cinco decesos en ese periodo, todos ellos de varones.
menos muertes externas. Con respecto a lo ocurrido en el mismo periodo del año anterior, las muertes por causas externas han disminuido en Ávila, en concreto un 23,4 por ciento teniendo en cuenta que en los primeros seis meses del año pasado los decesos por razones no relacionadas con enfermedades fueron una treintena. Entonces, siete de esas muertes fueron por ahogamiento, sumersión o sofocación accidental, nueve por otros accidentes que no se detallan, seis por caídas accidentales y dos por accidentes de tráfico, además de uno por envenenamiento accidental.
Los suicidios entonces fueron cuatro, uno menos que los registrados en Ávila hasta junio de este año.