«Estoy muy orgulloso de haber sido policía local»

I.Camarero Jiménez
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El jefe de la Policía Local de Ávila durante más de dos décadas se jubilará oficialmente mañana, 26 de septiembre, cuando cumple los 65. Por ello repasamos con él hoy su historia en un cuerpo al que llegó a principios de los 80 y al que visto avanzar

«Estoy muy orgulloso de haber sido policía local» - Foto: David Castro

Mañana 26 de septiembre será oficial la jubilación de quien ha sido durante 22 años el jefe de la Policía Local de Ávila, de José Miguel Jiménez San Millán (Ávila, 1958), quien para entonces dirá también adiós a los más de 40 años ejerciendo una función con la que asegura ha sido feliz. Vocacional como es el desempeño de esta actividad recuerda que llegó al Ayuntamiento -donde estaba la sede de la Policía a principios de los 80- con 22 años. Lo hizo tras hablarlo con la familia y un tanto impulsado por su tío, que era policía armado. En todo este tiempo pesan más los momentos buenos que los malos, pero no puede olvidar los dos atentados de ETA en Ávila y por supuesto tampoco la reciente pandemia. Atrás deja compañeros a los que echará de menos, pero con los que se tomará cafés pendientes y quedará a comer o a practicar deporte y por delante también tendrá mucho tiempo que recuperar con la familia, es decir con Margarita, su esposa y también Policía Local y con su hijo José, quien tiene a día de hoy tan sólo 13 años y con el que hay mucho de que hablar.  De todo ello charla conDiario de Ávila ahora que cuenta las horas para despedirse de una profesión que ha ejercido durante décadas pero asegurando que seguirá siendo policía toda la vida.

Han sido más de cuatro décadas en el cuerpo de Policia Local de Ávila. Cuando mira hacia atrás ¿qué ve? y ante todo ¿Cómo lo lleva?

Pues la verdad es que lo llevo bien, muy bien. Han sido 41 años en esta casa, en el Ayuntamiento de Ávila.Echando la vista atrás ves que ha sido largo el camino pero percibes el tiempo como corto.

Eso entiendo que es bueno.

Sí porque al final te levantas todas las mañanas para hacer algo que te gusta, aunque cada jornada tenga alguna dificultad, que siempre las ha habido. Nunca ibas al despacho con la conciencia de tener todo controlado porque siempre había algo que te sorprendía o alteraba. Ahora con el tiempo lo piensas y también el ¿para qué te pones nervioso si luego se resuelve? Porque al final era así y cuando te ibas estaba resuelto.

Mucho han cambiado las cosas desde que usted entró ...

Sí, cuando yo entré las dependencias estaban en el Ayuntamiento, en una plaza del Mercado Chico abierta al tráfico rodado. Todo rodeado de coches, con los autobuses donde está el bar Felipe. Delante del Ayuntamiento, los vehículos oficiales, entre ellos los de la Policía Local y con circulación constante. Estábamos en la parte de abajo, a la derecha, donde hoy está el padrón, estadística, el registro. Todo eso era la Jefatura de Policía Local porque cuando yo entré no había Academia de formación ni existía la Ley de Fuerzas yCuerpos de Seguridad del Estado. Tampoco las normas de la Junta que desarrollan las Policías Locales...

En definitiva, se han dado pasos para ensalzar el trabajo que ustedes desempeñan...

Sí, se ha ido desarrollando legislativamente a lo largo de los años y también en ese tiempo  hemos ido sumando.Cuando yo empecé sólo teníamos el uniforme con el que salíamos a la calle. Sin armas, sin comunicaciones, descansando sólo un día a la semana, si te tocaba el martes, pues el martes.

Bueno ¿algún domingo libraría? 

No, no, cuando entré no, eso era para los veteranos. Los sábados y domingos eran para ellos.

Está claro que ha habido más mejoras por ejemplo en las dependencias, dotación y efectivos...

Sí, del Ayuntamiento nos fuimos a la avenida de la Inmaculada, allí estuvimos hasta 2006. Cuando nos fuimos allí yo ya era jefe, desde 2001 ejerzo. El cambio a la nueva jefatura, su construcción, la visita a las obras, el cerramiento, el amueblamiento y distribución de los despachos lo hicimos Rosa (compañera ya fallecida) y yo. Entre los dos lo hicimos. Llegó el cambio de uniformidad, el de los vehículos a la actual rotulación...

¿Cómo está la situación ahora en cuanto a dotación, o dicho de otra forma, cómo se lo deja a su sucesor?

Bueno, ahora se acaban todos los renting que tenemos y hay que renovarlos porque los hice a 5 años, creo que queda un año para renovarlos y entonces habrá vehículos nuevos. Como los hice a cinco años, cuando toca renovar yo ya no estaré en la policía. Tendrán pues  6 coches nuevos. 

¿Dónde se está mejor de jefe o a las órdenes de alguien?

Pues todo tiene sus cosas, ventajas e inconvenientes. He estado de policía en el turno de noche nueve años porque solamente hacíamos noches, una semana sí y una, no. Eran los años 80, los primeros de la Democracia y entonces las policías locales pusieron muchas unidades nocturnas.He de decir que esos nueve años fueron muy bonitos como policía. Estábamos los antiguos y los que llegaban nuevos y quizá era una visión distinta de la policía local. También empezaban los primeros gérmenes de delincuencia, también tuvimos la expansión de la droga que hizo mucho daño, sobre todo la heroína. No había mucho, pero se percibía y también cocaína. Eran tiempos también en lo que los establecimientos públicos no estaban adaptados para la seguridad porque no tenían alarmas, ni siquiera había rejas, eran tiempos en los que convivimos en la zona centro con un sereno.

Su percepción es que ¿había más delincuencia entonces o ahora?

Bueno es todo distinto.Entonces no había una respuesta a la delincuencia como la que hay ahora. Son otros tiempos y nosotros vamos con la sociedad que ha ido evolucionando.Es diferente.Ahora los establecimientos están adaptados. La respuesta entonces de las administraciones fue crear unidades especiales, policías locales, para dar respuesta a las  nuevas formas de delincuencia que se veían, y  a las nuevas formas de usar las drogas.

Retomamos la pregunta anterior ¿cómo deja el cuerpo a su sucesor?

Pues están en proceso varias plazas tanto de promoción interna como de acceso al cuerpo y eso se queda todo planteado, también se renovará como te decía, la flota de vehículos.Pienso que se queda bien y que no hay ninguna cosa que preocupe especialmente.

¿Se va a gusto, tranquilo? ¿Ha recogido ya el despacho?

Estoy recogiendo aún, lo que más me cuesta hacer. Lo superficial aún queda algo, además aún me quedan entrevistas por hacer (la de La 8 Ávila que seguramente será este lunes) y que va a ser allí. Ya no queda nada. 

¿En su mente imagino que quedarán momentos malos? Recuerdo que en una entrevista de hace aproximadamente una década nos confesaba que lo peor fueron los dos atentados de ETA y además, recientemente el paso de la pandemia supongo que les habrá marcado a usted y al resto de compañeros...

Buff sí, sí. El atentado de 2005, la explosión del coche bomba que la viví con el comisario de entonces y a tan sólo 300 metros de la sede en la que entonces se imprimía precisamente el Diario de Ávila. Marcó sí, me marcó. Estuvimos esperando a que el coche explotara, nos habían dicho que explotaría a las 22 horas y así fue. Nos llegó la onda expansiva, fue una sensación tan rara, que no había vivido nunca. Sabíamos que iba a pasar porque teníamos la experiencia de 2004, la de Reyes Católicos y La Fortaleza.Explotó cuando dijeron, nos acercamos después y revisamos el edificio para comprobar que no hubiera víctimas.Recuerdo las lámparas caídas como en las películas, el aceite del coche por las paredes... Fue duro, como la pandemia, que fue difícil porque se cerró todo, la gente en sus casas y nosotros teníamos que estar fuera. Estaba yo en Italia cuando ya se empezaba a hablar de los cierres y al poco de volver... Os fuistéis todos a casa y nosotros nos quedamos en nuestros puestos de trabajo. Mi rutina laboral fue siempre la misma.

Tuvo que reorganizar, claro...

Sí, modificamos durante casi cuatro meses los horarios para coincidir menos, en grupos cerrados, siempre con el mismo compañero.Entrábamos por una puerta y salíamos por otra, no veíamos a los del turno anterior, desinfectábamos todo. Una época muy dura también. Además, tener mascarillas por aquel entonces era muy complicado, las cobraban carísimas. Estábamos a pie de calle.

Situaciones muy complicadas...

Sí sobre todo cuando íbamos a los cementerios, era muy triste... Y gente en casa que necesitaba ayuda y ver a los sanitarios entrar con los equipos de protección. Ha habido situaciones delicadas. Anímicamente, muy duro porque mientras la gente estaba en casa, nosotros, como la Guardia Civil, sanitarios etcetera, al pie del cañón.

Desde entonces ¿se sienten más valorados?

El cariño de la gente lo notábamos mucho, cuando la gente salía a aplaudir en nuestra soledad de los coches... (se emociona) A partir de ahí pienso que sí, más valorados estamos. La gente ha salido con ganas de vivir. Siempre nos hemos sentido valorados, pero siempre hemos sido criticados, sobre todo por el tema del tráfico. Es un tema que nos penaliza. Pero según van pasando los años la cosa, por suerte, va cambiando. En el último día del patrón  lo dije: «El primer bloque de llamadas que nosotros recibimos ya no es el tráfico, es la asistencia sanitaria, las que hacemos por el 1-1-2, cuando las personas necesitan ayuda en vía pública; el segundo es por los ruidos; el tercero son los animales de compañía, por perros sueltos, eyecciones, tema de vacunas;y ya el cuarto, las incidencias del tráfico». Ahora mismo la policía está en todos los eventos de la ciudad, carreras ciclistas, fiestas, verbenas de los barrios, caída de un muro... También es normal porque las fiestas se extienden en el tiempo. Y además seguimos en nuestro servicio rutinario, de policía administrativa, de velocidad, de tráfico...

Creo que la gente nos tiene respeto y consideración a base de trabajo, es la recompensa a un trabajo bien hecho.

Siempre dicen que las fuerzas armadas son de las más valoradas por estadísticas que lo confirman, nosotros no tenemos esas estadísticas porque las policías locales están más diseminadas pero estoy seguro de que es así.

¿Qué le llevó a ser policía?

No lo sé muy bien, mi tío era policía armada en aquellos tiempos y me lo propuso. Lo valoramos en familia, eché la instancia y aquí estoy. Siempre me ha gustado la policía, desde que entré.Estoy muy orgulloso de haber sido policía local y serlo porque simplemente, lo seré siempre hasta que me muera. Porque me jubile no me lo va a quitar nadie, la relación laboral, sí, pero ser policía no. Hablamos de emergencias, de ayudar a los demás, de rescatar a una persona entre el humo.Es y tiene que ser vocacional. Si hay un vendaval estás y si es una nevada, también.

Y ahora ¿qué hará?

Disfrutar de la familia, acabamos de venir de estar los tres en EEUU, mi mujer, Margarita, mi hijo, José y yo. Un adelanto de lo que será.  Disfrutaré de ellos, iré a una finca que tenemos, montar en bicicleta, paseos, cafés pendientes, viajar. Entretenerme con las aficiones, tomar los cafés pendientes y... con un niño de 13 años, estar muy pendiente de él porque necesita atención, deberes... Aunque el curso lo hemos terminado bien (dice en plural).Toca hacer tercero de ESO y es complicado. Ya en el viaje a EEUU  le he hablado de muchas cosas importantes (móvil, chicas, respeto, redes sociales...)

¿Algún consejo para su sucesor? Por cierto ¿ya sabe quién es?

Sí claro, es un cuerpo jerarquizado y será el siguiente a mí. ¿Consejo? Todos sabemos de lo que va así que sólo que se hagan las cosas con sentido común.Somos un servicio público y nos debemos a los ciudadanos, que son nuestro objetivo como también hacer cumplir la ley cuando toque.