La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, pidió al Ministerio de Infancia y Juventud que la futura ley que se quiere poner en marcha y dirigida al colectivo joven se haga de manera "consensuada y trabajada " con las comunidades autónomas, pero también con los representantes de los jóvenes, con el fin de que sea una norma "participada, amplia y que parta del diálogo". Y es que, recordó que las leyes de juventud son "transversales", puesto que afectan a la vivienda, el empleo o educación.
Durante su participación en la reunión de la Conferencia Sectorial de Infancia, Blanco recordó que Castilla y León tiene una ley de Juventud desde el año 2002, al ser de las primeras autonomías en desarrollarla, ya que las competencias son de las comunidades autónomas.
Pese a que no se preveía su inclusión, finalmente se incluyó en el orden del día el asunto vinculado a los Menores Extranjeros no Acompañados (MENAS) a petición de las comunidades. Trasladó que Castilla y León mantiene una "postura clara", al ser una "tierra solidaria y de acogida, como siempre se ha demostrado". Pidió que cuando lleguen extranjeros y, en especial, menores, la política tiene que ser "muy coordinada con las autonomías".
Y es que, en el caso de los menores, son las comunidades las que les tienen que tutelar y dar parte a la Fiscalía, de ahí la necesidad de una "buena coordinación", así como de una "suficiente financiación", no solo durante la tutela, sino para garantizar una transición hacia la vida adulta, añadió.
Además, solicitó un trabajo conjunto en sintonía con una preocupación por las personas, ya que "queremos lo mejor para ellas". "No puede ser sin la existencia de una colaboración y coordinación institucional que tiene que existir, porque es uno de los grandes retos", apostilló Isabel Blanco.