La falta de respuestas a problemas como la creciente burocracia, el coste creciente del diésel agrícola, el pago tardío de los subsidios de la Unión Europea o la competencia de las importaciones ha puesto en pie de guerra al campo francés que lleva ya dos semanas de movilizaciones desde el pasado 18 de enero. Unas protestas que se han hecho visibles con cortes de autopistas y el bloqueo de París, y que no solo repercuten en el propio país galo sino también en España y más concretamente en el sector del transporte, que ve estos días cómo las principales vías de comunicación entre ambos países quedan cortadas.
Y aunque en Ávila el transporte internacional es muy limitado, si hay empresas que están viendo seriamente afectada su actividad, con retrasos en la entrega y recogida de mercancías y viajes a pérdidas. Ese es el caso de Paz San 2011 S.L. que, como explica su responsable, Óscar Mateos, realiza «cargas en Ávila, sobre todo de mercancías en Nissan para entregar en Flins, en París, y retornos de carga que vienen principalmente para Renault Valladolid y Palencia».
Son unos diez camiones los que semanalmente suben a Francia y bajan de nuevo a Ávila, y que desde la semana pasada están sufriendo las consecuencias de la huelga de agricultores en Francia. «Nos estamos encontrando bastante problemas porque hay numerosos cortes y desvíos, y los camiones están tardando prácticamente un día más de tránsito en lo que se tarda en hacer un viaje en cada cara, haciendo kilómetros de más, gastando combustible de más y con chóferes que durante el fin de semana tenían que haber llegado a casa y se han tenido que quedar en Francia, hay un poco de todo», comenta Óscar Mateos, quien añade que de momento están haciendo «viajes a pérdidas totales, porque un camión tiene un precio de viaje de dos días y termina haciendo tres, y mientras tienen el viaje estipulado en unas condiciones, con unos kilómetros en unos tiempos, resulta que esos tiempos se dilatan al tener que salir de las autovías para meterte por carreteras secundarias y dar muchas vueltas».
Eso sí, hasta el momento, los transportistas de Paz San 2011, más allá de esos problemas, no han sufrido incidentes personales, «sólo el nerviosismo típico de estar habituado a subir por una carreteras que conoces y que son nacionales, y que de repente te saquen a vías secundarias por las que el camión casi no entra, pero por suerte, enfrentamientos personales o problemas con las mercancías hasta ahora no han tenido», asegura Mateos.
Esta semana, en la que todo apunta a que la situación se puede agravar, dado que al sector agrario se podría unir parte del transporte francés en las protestas, los problemas ya han comenzado para esta empresa de transporte con sede en el polígono de Las Hervencias, pues «hay chóferes que tenían que haber vuelto para cargar este martes y el miércoles y no van a poder hacerlo».
Y dados los compromisos con sus clientes, de momento siguen viajando a Francia, aunque desde las federaciones nacionales ya aconsejan no realizar esos trayectos y «en nuestro caso, todo depende de cómo transcurra la semana porque hacer viajes a pérdidas no es rentable», afirma.