Pablo Serrano

CARTA DEL DIRECTOR

Pablo Serrano


Tan cerca, pero tan lejos

31/12/2023

Último día del año, jornada de propósitos para el venidero y de balance de lo comprometido doce meses atrás. Llegados a este punto, y a pesar de que un año nuevo invita al optimismo, con el típico borrón y cuenta nueva, me disgusta tener que decirlo, pero estamos en un más de lo mismo. En aquellos años en los que se empezaba a salir de la crisis financiera que arrancó en 2008 escribí en cierta ocasión que una sociedad, para acariciar el optimismo, debía tener algún motivo de ilusión. En aquellos años, los proyectos flaqueaban porque existía una escasez financiera que los pudiera hacer posibles. Pero, pasados todos estos años, trato de evocar algo que haya ilusionado a la sociedad abulense y ni planes millonarios lo han conseguido. Todo sigue igual, y esta sentencia así vista es demoledora, porque lo mejora, empeora.
Vuelvo a referirme con el título de este artículo a aquella homilía de Gil Tamayo en la que, recién llegado a esta provincia se dio cuenta del potencial que existe por la proximidad a la gran urbe que es Madrid, con todo lo que eso significa, pero la lejanía real que existe, con una carencia de infraestructuras real, y sin que se tomen medidas para paliar la situación.
Todo lo contrario, cuando despertemos mañana, pasadas las uvas de esta Nochevieja de 2023, nuestros viajes a Madrid por autopista se habrán encarecido más de un 5 por ciento. La voluntad política lo puede casi todo, y si hubiera intención de paliar los agravios que arrastra esta pequeña provincia, que quizás por su escasa población se tiene en la retaguardia a la hora de marcar prioridades, se podían haber tomado otras medidas. Pues eso, que todo sigue igual, y que lo que no mejora, empeora, como decía antes. Seguimos con el peaje a Madrid, sin ninguna intención política de que éste pueda desaparecer, y se encarece con la excusa de que todos los precios suben, y encima ponen paños calientes hablando de una subvención del Gobierno para aminorar los efectos de esta subida. 
La sociedad abulense se ha movilizado en contra de este lastre en muchas ocasiones, ha lanzado proclamas una y otra vez, y la clase política lo ha utilizado en contra de su rival, dependiendo de si ocupaban sillones azules o no en ese momento. Aún así, los abulenses ya no tienen ilusión ni en esto ni en otras muchas cosas. Prueba de ello es que cuando se montó un partido político en la capital cuyo único fin era defender el fin del peaje a Madrid, la sociedad local no se subió a ese carro, a pesar de que la inmensa mayoría de la población lo respaldaba, porque el descrédito institucional es grande. Y eso es preocupante.
Generar ilusión social es lo que puede crear un punto de inflexión y un cambio de tendencia. Y si de algo sirve la ilusión es para que la economía se mueva a otro ritmo y las oportunidades empiecen a ser más habituales. Habrá que ponerse estos deberes para 2024.