Un problema informático en el sistema de recarga de las tarjetas de bonobuses de los usuarios del transporte público de Ávila ha provocado que las oficinas de atención al cliente de Avilabús, situadas en el Centro de Recepción de Visitantes, hayan tenido que ampliar su horario para facilitar esos trámites.

Ese horario de atención se ha ampliado dos horas por las mañanas de lunes a jueves, de 10,00 a 14,00 horas, y media hora por las tardes, desde las 16,00 hasta las 18,30 horas, mientras que los viernes esa oficina permanecerá abierta hasta las 14,30 horas desde las 10,00 horas hasta que se resuelva ese problema.

Cristina Martín, gerente de Avilabús de Grupo Avanza, ha explicado que el problema, que se inició el pasado miércoles, ha venido motivado por el ataque informático que ha sufrido la empresa con la que tienen subcontratado este sistema de expedición de bonobuses, "un problema ajeno a Avanza" y que no afecta únicamente a la ciudad de Ávila. También están sufriendo esta situación por ese ciberataque ciudades como Burgos, donde se ha decretado la gratuidad del servicio de autobús hasta que se solucione (servicio que está municipalizado), Albacete o Torrelavega. Esa empresa es Prepay Technologies y, según recalca Cristina Martín, "están trabajando las 24 horas de día para tratar de recuperar el servicio en el menor tiempo posible", pero de momento no pueden ofrecer una fecha para su resolución, ya que confiaban en que hubiese estado resuelto la pasada semana pero de momento sigue sin solventarse.

Cristina Martín precisa que son veinte los puntos de recarga que tienen en la ciudad de Ávila de esos bonobuses, más allá del que tienen en la oficina del Centro de Recepción de Visitantes, el cual sigue operativo ya que funciona con un sistema informático diferente. Eso ha obligado que todas las recargas de esos bonobuses se tengan que hacer en estos momentos en ese lugar, lo que ha llevado a Avanza a ampliar sus horarios de apertura desde finales de la semana pasada ante el incremento de la actividad que se había producido.

De hecho la semana se produjo cierto malestar entre algunos usuarios que, ante las colas existentes, no pudieron recargar su tarjeta. Cristina Martín aseguró que "todos los usuarios que llegan antes de la hora de cierre de la oficina se les está atendiendo, pero el problema es que toda la gente va en el último momento", y precisa que, por ejemplo, a primera hora de la tarde "no hay nadie". En cualquier caso, espera que el problema quede resuelto "en el menor tiempo posible".