El derecho al agua, cosa de todos

M.M.G.
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La Escuela Politécnica acoge estos días una muestra sobre el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, con el ánimo de alertar sobre la escasez de este vital recurso

El derecho al agua, cosa de todos

Más de 660 millones de personas aún no cuentan con suministros de agua. 2.400 millones no tienen acceso a servicios de saneamiento. 1.800 millones de personas en todo el mundo utilizan una fuente de agua potable que está contaminada por residuos fecales. Las cifras, y más cuando se leen desde la comodidad de una vivienda en la que con sólo girar un grifo se disfruta de este recurso, podrían parecer más propias de una película de ciencia ficción. Pero son reales. Sobre ellas y otros muchos aspectos relacionados con el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 (Agua y Saneamiento) reflexiona la exposición que este jueves se inauguraba en el recibidor de la Escuela Politécnica Superior de Ávila.

Organizada por la Fundación Fabre, la exposición pretende, ante todo, recordar que toda persona tiene derecho a disponer de agua suficiente, saludable y aceptable, físicamente accesible y asequible para el uso personal y doméstico. Pero, también, incidir en las medidas que todos podemos llevar a cabo para proteger un bien escaso.

Así lo señalaba Miguel Martín, técnico de Educación para el Desarrollo de Fundación Fabre, que recordaba que será el próximo 22 de marzo cuando se celebre el Día Internacional del Agua, y que consideraba más que oportuna la llegada de la muestra a la Politécnica. «Aquí ya hay profesionales que están trabajando en la gestión sostenible del agua, depuración y potabilización», decía Martín.

«A lo que quiere contribuir la exposición es a tomar conciencia de la problemática global que existe en relación con el agua», continuaba hablando Martín, sabedor de que si bien en España cada vez se está más concienciado sobre el problema de la sequía, que afecta de manera preocupante a algunas zonas del país, «el problema viene de lejos y afecta a millones de personas desde hace décadas en el planeta».

Pero para que exista vida en el planeta y sobre todo, para que se pueda garantizar «una vida digna», se precisa el agua.De ahí la importancia de su conservación.

«En España se ha tomado mucha conciencia, sobre todo en el ámbito doméstico», se mostraba positivo Martín, que hablaba de cómo se ha pasado de que en el año 2000, por habitante al día, se consumieran unos 260 litros, a que ahora la cifra haya descendido a los 130. «Eso significa que se ha hecho un uso más eficiente y hemos tomado conciencia de que hay que hacer una gestión más responsable del agua», abundaba en este punto. «Ahora bien hay importantes cuestiones, en el ámbito de la industria y de la agricultura, en las que hay que tomar decisiones políticas y dentro del sector primario y secundario», planteaba el técnico de la Fundación Fabre decisiones «más trascendentales». Y todo porque «el 90 por ciento del agua que utilizamos en los países del entorno se utiliza en esos sectores, de la agricultura y la industria. Si queremos que haya una mejor accesibilidad al agua o que podamos disponer de este recurso ene el futuro tendremos que ver cómo intervenimos en ese ámbito».

No olvidaba tampoco Martín la importante labor que en todo esto  juega la cooperación al desarrollo. «Porque precisamente los problemas de agua van a ser uno de los principales focos de conflicto. Ya lo están siendo. Y lo van a ser más en el futuro. Y derivado de eso puede haber nuevas guerras, más desplazamientos forzados de personas... Si no nos tomamos en serio la problemática del agua, nuestros países tarde o temprano se van a ver afectados por esos conflictos», alertaba este experto, al que en su visita a la muestra acompañaron Luis SantiagoSánchez, director de la Escuela Politécnica Superior de Ávila y Rocío Cruz, técnico del Servicio de Asuntos Sociales de la USAL.