El histórico líder ultraderechista Jean-Marie Le Pen, fallecido el martes a los 96 años, fue enterrado este sábado en su localidad natal de La Trinité-sur-Mer (región de Bretaña) en "la más estricta intimidad" -como deseó su familia- pero bajo un gran dispositivo policial.

Los restos de Jean-Marie Le Pen, padre de la actual líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, ya reposan en el pequeño cementerio de La Trinité-sur-Mer, en la sepultura familiar en la que están inhumados su padre, un pescador, y su madre, costurera.

Antes del entierro, al que acudieron unos 200 invitados, la iglesia del pueblo acogió una misa de unas dos horas en homenaje al fundador del Frente Nacional (FN).

Ambos actos estuvieron cerrados para la prensa y contaron con la presencia de unos 100 agentes de la Policía y la Gendarmería para evitar disturbios, dado el polémico carácter del exdirigente, condenado varias veces por antisemitismo y xenofobia y acusado de haber practicado la tortura cuando participó en la guerra de independencia de Argelia (1954-1962).

De hecho, la delegación del Gobierno en Morbihan prohibió este sábado manifestaciones en La Trinité-sur-Mer por el riesgo de que las honras fúnebres atrajesen un buen número de admiradores, pero también de críticos.

Aunque su radio de acción estuvo muy restringido, los medios captaron la llegada de los invitados, con Marine a la cabeza, vestida de riguroso negro y acompañada por su hermana mayor Marie Caroline.

También fue captada por las cámaras una de las nietas del patriarca Le Pen, Marion Maréchal, actual eurodiputada y destacada figura de la corriente ultranacionalista católica en Francia. También asistió a las honras fúnebres Jordan Bardella, presidente del RN y delfín de Marine Le Pen.

Tras las exequias de este sábado, Le Pen tendrá una última ceremonia de homenaje -esta vez abierta a la prensa- el próximo jueves, en la iglesia de Notre Dame du Val-de-Grâce, en el distrito V de París.