Editorial

Gredos recupera su ritmo tras otro festival de Músicos en la Naturaleza

DAV
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Habrá quien se oponga a la celebración de Músicos en la Naturaleza, pero de lo que no hay duda es de que después de diecisiete ediciones son muchos más los que avalan su éxito que los que se encaran al festival. Y no es que sean más respetuosos con el medio ambiente quienes lo tildan de agresión a la sierra que quienes lo promueven y participan.

Muchos ejemplos demuestran que el festival Músicos en la Naturaleza está pensando para concienciar sobre la importancia de salvaguardar el medio natural, y se puede considerar incluso precursor de ello. Desde el reciclaje y el fomento de la economía circular que se propone en la misma bolsa que se entrega a los asistentes, hasta la puesta en marcha de planes inversores que repercuten, pasado el festival, en la mejora del entorno del paraje natural.

Pero, además, los asistentes, porque así lo promueven los colaboradores salen con píldoras de sensibilización para el cuidado y protección del medio ambiente. Energía fotovoltaica para las luces de barras, tejidos reciclados para las carpas... Músicos piensa en verde, y así se lo trata de hacer llegar a las decenas de miles de participantes que han pasado a lo largo de todos estos años.

Los negocios de hostelería han visto, una vez que se ha recuperado el festival en fechas más próximas al inicio que al final del verano, que es más acertado celebrarlo en estas fechas, y sería más adecuado incluso adelantarlo a junio, como inicialmente se pensó el festival, para que la economía de la comarca pueda marcar con este evento como el pistoletazo de salida de la temporada. Muchos negocios no podrían subsistir si no tuviesen una inyección como la que sólo un festival de este nivel puede proporcionar.

El grano que arrastra Músicos en la Naturaleza los últimos años es la planificación del festival, más allá del cartel que ha logrado mantener un nivel más que digno en las últimas ediciones a pesar de la precipitación. 

Hace un año reclamábamos tras Músicos la planificación con tiempo del evento para que no sucedieran los imprevistos de última hora. O no se ha sabido hacer o no se ha podido, ahora ya da igual. Hay que pensar a futuro, y por eso este el momento en el que se pueda construir la edición de 2025, porque lo que no se podría consentir es la desaparición de Músicos en la Naturaleza o trasladar este formato a algún otro lugar de la comunidad. Las administraciones parecen haberlo comprometido así, pero por dar certeza, seguridad y confianza al público, hay que demostrarlo y reescribir la historia de Músicos, ahora que va a cumplir ya su mayoría de edad. Dieciocho años en 2025 si nada lo tuerce.