Serranillos ya huele a Vítor

María Pérez
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Carta de los lectores

El día 3 de Febrero celebramos en Serranillos San Blas, y con él, nuestro Vítor. Es una fiesta emocionante para los vecinos y para todo aquellos que nos visitan.

Tengo un texto escrito que describe a la perfección lo que sentimos, 

Serranillos ya huele a Vítor.

Lo notas por ese algo que te sube por la tripa cuando escuchas desde la ventana

a los caballos como calientan

por las calles de nuestro pueblo.

Ya falta menos.

Y mientras el ambiente del disfrute y la alegría pasean por cada rincón, 

llega el momento de la subasta, y todo cambia.

La noche, el silencio, el respeto y la emoción se adueñan del momento.

Aparecen los deseos, las peticiones y las mandas de los serranos y serranas.

Apretamos los dientes y contenemos las lágrimas. Pedimos y tragamos saliva.

Porque, cuando la vida te da un revés,

 cuando el camino se complica, 

todos nos encomendados a él;

hasta el más ateo.

Y el dolor es más llevadero 

y te ayuda a conservar la esperanza.

Y desde el respeto absoluto, acompañados siempre por los caballos, que dan calor al momento, suena el himno y se cuelga el Vitor, agarrándolo y sosteniéndolo por aquel que más pujó, con la fuerza y valentía que poseen los invictos. 

Todos los presentes mandamos empuje para sostener ese estandarte a quien lo carga.

Es lo que tienen los pueblos.

Se comparten alegrías y penas.

Y la emoción de los allí presentes inunda el momento.

Y damos las gracias, y pedimos que al año que viene no nos falte nadie.

Recuerdas a los que se fueron y te enseñaron a venerarlo.

Y te vuelves a encomendar a él.

Otro San Blas más pasa.

Ya falta menos para sacarte el uno de septiembre.

Cuídanos hasta entonces.

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