Un buen trabajo merece un reconocimiento y así sucede con Hispania Nostra y la entrega de los galardonados en Buenas Prácticas en Patrimonio Cultural y Natural, donde Ávila estuvo muy presente gracias al reconocimiento de 2024 en la categoría de intervención del patrimonio en el paisaje para el Molino de la Fuente del Corcho de San Miguel de Corneja, que estuvo acompañado de los premios a la investigación, documentación restauración y comunicación de la fachada de la Giralda de Sevilla y, también, en cuanto a la señalización, se le concedió el diploma a la Asociación Incuna de Asturias.
La presidenta de Hispania Nostra, Araceli Pereda, destacó el impulso de la Corona a la tarea de conservación y mejora del patrimonio cultural y natural de España. Así lo expresó en el Real Sitio de San Ildefonso (Segovia) durante la entrega de Premios Hispania Nostra a las Buenas Prácticas en Patrimonio Cultural y Natural, un acto presidido por la reina doña Sofía, y en el que se reconoció la labor del socio fundador de la institución, José María Ballester.
En este sentido, Pereda explicó que la asociación, que el próximo año 2026 celebrará su 50 aniversario, realiza un «gran esfuerzo» para que el patrimonio español sea reconocido en el interior y fuera de sus fronteras. Por ello, destacó la labor de todas las personas que, desde 1979, han contribuido a la difusión y salvaguarda, así como a la consolidación de la autoridad y presencia de Hispania Nostra.
Sinónimo de patrimonio - Foto: Nacho Valverde ICALAdemás de los Premios Hispania Nostra a las Buenas Prácticas en Patrimonio Cultural y Natural, durante el acto también recibieron su reconocimiento los premiados españoles de los Premios Europa Nostra, también de las ediciones de 2022, 2023 y 2024. En el último año Ávila volvió a estar presente en la categoría de educación, formación y capacitación, con la Escuela de Carpintería de lo blanco en Narros del Castillo.
En el caso de estos dos galardones abulenses, el premio para San Miguel del Corneja reconoce que durante 14 años se ha trabajado en la recuperación de un molino harinero del siglo XVI y de su entorno. Se han rehabilitado las edificaciones (molino y casa del molinero), así como el ingenio industrial y también se ha recuperado el camino de acceso al molino, el manantial y la Fuente del Corcho y gran parte de la flora y la fauna. Estas actuaciones han devuelto la vida a un lugar muy apreciado por su población y lo han convertido en un punto de encuentro que revitaliza la vida económica, social y cultural de la zona. Por eso, el jurado destacó que «el molino constituye el único vestigio completo de patrimonio industrial de Ávila; es un excelente ejemplo de cómo los molinos hidráulicos participaban en un sistema de control de las aguas que contribuía a mantener el equilibrio ecológico, social y económico de la zona», además de que el trabajo realizado ha servido para convertir al molino «en un 'monumento' (en sentido etimológico), pues en él se aúnan historia, tradición arquitectura e ingenio hidráulico-industrial».
En el caso de la Escuela de Carpintería de lo blanco de Narros del Castillo es una completa iniciativa creada y dirigida por artesanos experimentados. Ofreciendo formación artesanal, la escuela favorece el conocimiento continuo de esta importante técnica de labrado de madera y ayuda a preservar una artesanía en vía de extinción que es relevante en muchos lugares de Europa y del mundo.
Sinónimo de patrimonio - Foto: Nacho Valverde ICALParte de esta técnica tradicional trabaja con piezas pequeñas, lo que favorece una explotación al máximo de la madera, lo que conlleva a un uso sostenible de materiales naturales en artes tradicionales. Por eso se reconoce que han alcanzado un resultado realmente admirable con un presupuesto modesto y que, asentados en una localidad pequeña, han sabido estimular el activismo local en el ámbito del patrimonio y han creado puestos de trabajo en la región.