La batalla por la Diputación

L.C.S
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Las incógnitas que planean sobre los resultados de las Elecciones Municipales del 28 de mayo abren las especulaciones sobre la composición de la institución provincial para el próximo mandato

La batalla por la Diputación - Foto: Isabel García

Más allá de que Ávila capital sea, obviamente, la 'joya de la Corona' en las próximas Elecciones Municipales en la provincia, otra batalla que se presenta ahora mismo tan apasionante como incierta es la que decidirá qué partido o partidos gobernarán en la Diputación Provincial los próximos cuatro años. Después de que en 2019 el Partido Popular perdiera la mayoría absoluta que en décadas había detentado en esta institución y se tuviera que apoyar en Ciudadanos para sustentar la mayoría durante el mandato que ahora acaba, el periodo 2023-2027 es en estos momentos una incógnita en cuanto a un futurible equipo de gobierno para que el que no hay favorito, al menos claro.

La Diputación, que durante este año moverá un presupuesto de 80 millones, el más alto de su historia, está compuesta por 25 diputados que se eligen de manera indirecta según el reparto de los cuatro partidos judiciales en los que está dividida la provincia de Ávila. Así, el partido judicial número 1 es el de Arévalo, que abarca a 56 localidades y al que le corresponde 3 escaños en la Diputación. El número 2 es el de Arenas de San Pedro, que incluye a 25 municipios y cuenta con la representación de 5 diputados. El número 3 es el de Ávila, y en él están representados la capital y 80 municipios más, repartiéndose 15 escaños. El cuarto y último partido judicial de la provincia es el de Piedrahíta, con 86 municipios incluidos, y una representación de 2 escaños, habiendo perdido uno por el descenso de población en los últimos comicios en beneficio del partido judicial de Ávila. 

Tras las elecciones de mayo de 2019, aparte de lo que sucedió luego a lo largo del presente mandato con el paso a diputados no adscritos de un diputado de XAV y 6 del PSOE, el reparto por partidos judiciales indicó, inicialmente, una victoria del PP en el de Ávila con 6 diputados, por 4 del PSOE, 4 de XAV y 1 de Ciudadanos. En Arenas el PP logró 3 diputados y el PSOE 2. En Arévalo fueron 2 para el PP y 1 para el PSOE. Y en el de Piedrahíta, el PP ganó 1 y el PSOE también 1, para un total de 12 diputados del PP, 8 del PSOE, 4 de Por Ávila y 1 de Ciudadanos. Esta situación obedece a la asignación de escaños que reparte la Ley d'Hondt según los votos que reciba cada formación política en los cuatro partidos judiciales de la provincia, y una vez que se conoce cuántos diputados tiene cada partido en esas zonas, corresponde a los concejales electos de cada una de esas formaciones que han sido elegidas en el partido judicial, elegir, a su vez, a los compañeros que les representarán en la Diputación

Con esta base, de cara a los comicios de mayo, queda claro que será la zona de Ávila, sobre todo la capital, la que se postula como decisiva para decidir quién ocupará el despacho presidencial en el Torreón de los Guzmanes los próximos cuatro años, desde el próximo verano hasta la primavera de 2027. 

La victoria del PP en esta zona se basó más en la fortaleza de esta formación en los pueblos que componen este partido judicial que en la capital, en donde sufrió un descalabro electoral pasando de 9 a 6 concejales. Mantener o mejorar los 12 diputados que ahora mismo sustentan el equipo de gobierno de la Diputación pasa para el PP por detener su pérdida de votos en la capital, para lo que ha apostado por la figura de Alicia García, y sujetar los del resto de partidos judiciales, en donde el crecimiento parece más complicado dado el menor número de escaños a repartir, lo que ajusta más el reparto con el resto de formaciones. La fortaleza del PP en la provincia, pese al descenso de votos que ha sufrido en los últimos años, hace pensar que en la noche del 28 de mayo volverá a ser el que más representantes en la Diputación acumulará, lo que está por ver si serán los suficientes como para no perder el gobierno.

El segundo partido más votado en 2019 en la Diputación Provincial fue el PSOE, que alcanzó el número de 8 diputados. La escisión que posteriormente sufrió el grupo provincial con la expulsión de seis de ellos debido a los problemas internos del partido tras el proceso de primarias desvirtuó ese resultado, y de cara a sus expectativas electorales en la institución a partir del próximo mes de mayo, suturar esa herida es clave. Para los 4 diputados que logró en el partido judicial de Ávila, y teniendo en cuenta los resultados que tuvo en la capital, la suma de votos procedentes de Cebreros seguramente tuvieron su incidencia, y para los 2 en el de Arenas los cosechados en La Adrada o El Hornillo también. Los alcaldes de estas tres localidades ya no están bajo estas siglas, dos de ellos, Pedro Muñoz y Roberto Aparicio, ya han anunciado que estarán con el partido Nuestra Tierra, y la manera de recuperar los votos que puede perder con esta escisión de su formación marcará la posibilidad, parece que complicada, de no perder diputados en el 2023 con respecto a los de 2019.

cambio en la provincia. Por Ávila fue, sin duda, la sorpresa electoral de hace 4 años. Su irrupción en el panorama local con 11 concejales en la capital le catapultó a la Diputación Provincial, con 4 representantes, todos ellos del partido judicial de Ávila capital y alrededores, aunque luego uno de ellos abandonara el grupo para pasar a ser no adscrito por discrepancias con el partido. Desde la formación amarilla su presidente, José Ramón Budiño, anunció no hace demasiados días que se habían marcado como objetivo para las elecciones de 2023 que «el cambio que llegó hace cuatro años en la capital llegara también a la Diputación porque la provincia lo necesita», para lo que comunicó que es deseo de su partido el presentar listas en los 248 municipios de la provincia. Eso le daría un plus a la hora de sumar algún diputado por el resto de partidos judiciales, Arenas y Arévalo, principalmente, que será la clave de este partido para alcanzar el número de representantes que le puedan convertir en llave para el gobierno de la institución, lo que le haría cumplir ese objetivo anunciado por su presidente.

Las perspectivas para Ciudadanos de mantener la representación en la Diputación que ahora tiene el vicepresidente de la institución, Pedro Cabrero, no parecen muy halagüeñas. Todo apunta a su salida del Ayuntamiento de Ávila, lo que implicaría también la pérdida del diputado que por este partido judicial tiene la formación naranja, que parece destinada, salvo vuelco en las encuestas de aquí a mayo, a desaparecer del mapa político local.

Del resto de formaciones que acudirán a las elecciones de mayo, la que en principio cuenta con más opciones de entrar en el órgano de representación provincial es el recién creado partido de Nuestra Tierra, sobre todo por la presencia de una figura política en Ávila como es Pedro Muñoz, cuya valía en este apartado es innegable y asegura un buen número de seguidores. Además, cuenta con varios alcaldes actuales que se han sumado a su apuesta, casos de David Segovia, Roberto Aparicio o Fernando Ceballos, lo que, dado el carácter diferenciador de estas elecciones municipales de voto a la persona en muchos casos más que a las siglas, augura buenos resultados en sus localidades. Su lastre para poder optar al menos a un representante en la Diputación es, de momento, su ausencia de candidato y acompañantes para la Alcaldía de Ávila. De la potencia de esta figura dependerá que alcance el número de votos necesario para ello, sobre todo en el partido judicial de Ávila, que es donde suma Cebreros.

Otras formaciones destacadas a nivel nacional o regional, casos de Podemos o Vox, cuentan con muy pocas opciones de llegar a entrar en la Diputación ante la escasez de candidaturas en la provincia, y sólo un muy buen resultado en la capital les daría alguna posibilidad, que no parece factible.

Escenario pues muy abierto el que aparece en el horizonte de la Diputación Provincial de cara a las Elecciones Municipales de mayo, un plus de interés más para los electores a la hora de decidir su voto.