Muy lejos quedan esos tiempos de receta a papel y boli o, incluso, los de las recetas imprimidas desde el ordenador, al menos en la mayoría de los casos. La implantación de la receta electrónica ya es el sistema prácticamente único (con sus excepciones) en la sanidad abulense y de Castilla yLeón, de modo que los pacientes pueden acudir a la farmacia con su tarjeta sanitaria a recoger sus medicamentos, recetados por el médico, lo que es especialmente útil en el caso de enfermedades crónicas.
Lo que es una situación que puede constatar cualquier persona que necesite una receta también se ve en los datos. Los últimos disponibles sobre implantación de receta electrónica, correspondientes a junio de 2024, indican que en el caso de Ávila el porcentaje de envases dispensados electrónicamente asciende a un 97,44 por ciento del total. Se trata de un porcentaje muy similar al que hay en la región, que es de un 97,81 por ciento.
En el caso de Ávila se ve que es un sistema que ha ido creciendo año tras año desde el 54,15 por ciento que había de utilización en 2016, como dato proporcionado por Sanidad. Entonces poco más de la mitad de las recetas se dispensaban electrónicamente cuando ahora es prácticamente la totalidad.
Respecto al porcentaje de pacientes incluidos ahora en receta electrónica, en Ávila se supera el 96 por ciento (97,41 en Castilla y León) también como un dato que ha ido creciendo en los últimos años desde el 49 por ciento que estaba en 2016.
Este sistema se implantó para intentar dar más facilidades en el acceso a los medicamentos y, especialmente después de la pandemia, se puede ver, por ejemplo, que a la hora de necesitar recetas se puede pedir cita telefónica con el médico y éste incluir el medicamento en la receta electrónica, de modo que el paciente va directamente a la farmacia a recogerlo, sin pasar por el centro de salud. Esto siempre en casos en los que el paciente no necesite ser visto directamente por el profesional para una evaluación.
Ahora el uso de la receta electrónica se hace para los diferentes tratamientos, aunque no sean de crónicos, pero es cierto que da más facilidades a los pacientes de larga duración, que acceden a sus medicinas de esta forma, más allá de los controles o visitas que el médico o enfermera indiquen.
Además, con la receta electrónica se aplica de forma inmediata el límite de aportación que tienen asignados los pensionistas y sus beneficiarios. Esto significa que, cuando se llega al límite mensual de pago que corresponda, ya no se paga más dinero y no hay que pedir devolución.