Se buscan misioneros

Agencias
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La Iglesia española hace un llamamiento a los jóvenes laicos y religiosos para que dediquen su vida a la evangelización tras el paulatino descenso de servidores de Dios por el mundo

Se buscan misioneros - Foto: Imagen de wirestock en freepik

La Iglesia Católica en España se enfrenta a un desafío crucial: la disminución del número de misioneros. A pesar de que la cantidad de religiosos que decide dejarlo todo e irse a evangelizar sigue siendo considerable, el envejecimiento de la población, el descenso de la natalidad y la creciente secularización de la sociedad han generado un panorama complejo. 

En este sentido, el director de Obras Misionales Pontificias (OMP), José María Calderón, admite que «no podemos negar que el número, siendo muy alto, va poco a poco menguando lentamente».

Explica que «nuestros misioneros son mayores, regresan después de haber entregado la vida en la misión o se tienen que retirar, pero eso no impide que sigan surgiendo jóvenes con inquietud misionera. Sin embargo, según Calderón «no llegan a suplir a los que se retiran o fallecen». 

«La familia cristiana ya no es lo común, familias en las que se rece, se acuda a la Eucaristía, en las que se tenga una vida profunda de fe. Lógicamente la familia que vive la fe, la oración en común y la alegría de los sacramentos tiene más facilidad de que surjan vocaciones a la vida consagrada, al ministerio sacerdotal o a la misión», explica.

Un tercer factor, según precisa, es «el estilo de vida» que «se está proponiendo desde los poderes económicos y sociales» como «el consumismo, la imagen, las ideologías» que, a su juicio, «están destruyendo no solo los valores más profundos de la sociedad, sino también la misma forma de entender al hombre hoy».

Aun así, el director asegura que «no podemos dejar de dar gracias a Dios por esos jóvenes, religiosas, sacerdotes y laicos que se ponen a disposición de la Iglesia para ser enviados a la misión».

Según los últimos registros, actualmente hay 7.792 misioneros españoles enviados a alguna parte del mundo, en 135 países, y más de 3.000 están trabajando en las diócesis de España. 

Para intentar frenar este lento pero paulatino descenso, la Comisión Episcopal para las Misiones ha creado una estrategia integral con el objetivo de atraer a jóvenes interesados en la labor misionera y así fortalecer su formación.

Para ello, la OMP ha desarrollado una oferta académica con el objetivo de brindar a los futuros evangelizadores las herramientas necesarias para su desempeño. Con un enfoque global que abarca desde la teología de la misión hasta la práctica, estos cursos buscan formar a religiosos y laicos con una sólida base religiosa y una profunda comprensión del contexto actual.

La Iglesia busca no solo formar a futuros misioneros, sino también a todos los cristianos para que se conviertan en mensajeros de la palabra de Dios en sus vidas cotidianas. La formación que se ofrece no se limita a la preparación para trabajar en misiones internacionales, sino que busca despertar la conciencia de la responsabilidad de ser misionero en el trabajo, la familia, el ocio y en todos los ámbitos de la vida.

Una mayor formación

En este contexto, la Comisión Episcopal para las Misiones ha lanzado tres opciones de enseñanza impartidas por la Universidad San Dámaso, en Madrid, que se podrán seguir de forma presencial y también online.

Por un lado, destaca el curso de evangelización misionera, dirigido a agentes de pastoral, así como a jóvenes y adultos con deseos de participar en esta experiencia.

También han preparado un Diploma en Misionología, abierto «a todo fiel cristiano interesado en la misión», sin ningún requisito académico previo. Otra de las formaciones permitirá convertirse en Experto Universitario en Misionología, dirigido a aquellos que desean profundizar en los aspectos más complejos de la misión.

«Muchas veces pensamos que la misión es un impulso del sentimiento, y, aunque es muy importante vivir y sentir lo que uno hace, es más tener una formación seria, profunda, que nos ayude a todos a dar razón de nuestra esperanza, de nuestros valores, de nuestra vida cristiana», destaca Calderón, quien espera que de estos cursos «salgan cristianos que se planteen la vocación misionera».

«Queremos que surjan vocaciones a la misión, por supuesto, pero también queremos que los cristianos seamos cada vez más y mejores testigos de Cristo allí donde estemos», insiste.

Como exhortó el Papa Francisco el pasado julio a los católicos, la Iglesia invita a los fieles y peregrinos «a ser verdaderos discípulos misioneros, en comunión y sobriedad de vida».