El ministro de Transportes y Movilidad, Óscar Puente, se comprometió el pasado 24 de enero, en respuesta a una interpelación realizada por el diputado nacional abulense Héctor Palencia, a estudiar soluciones para mejorar la línea ferroviaria entre Ávila y Madrid. Una 'música' que se conoce de sobra en esta provincia, pues otros antes que él realizaron esa misma promesa y la única realidad es que hay «un deterioro progresivo del servicio que se presta a todos los efectos», según afirma el portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Ávila, Ricardo del Val, quien comenta que «aquí el ferrocarril funciona por pura inercia y los días que hay nieve, fuertes vientos o una avería de un tren o en la catenaria, los viajeros se tienen que buscar la vida».
Para el portavoz de la plataforma, que se constituyó allá por el año 2005, lo que hay es «una apatía y un desprecio absoluto por los viajeros de Ávila que, por desgracia, pasa cada vez con más frecuencia».
El día a día son, según Del Val, «retrasos no muy grandes pero continuos que generan inseguridad, sobre todo para los viajeros habituales para los supone un elemento disuasorio». Eso sí, «hay servicios que vienen con tiempo de adelanto, lo que demuestra que la marcha que tienen establecida no se corresponde con la que realmente pueden hacer, ya que hablamos de hasta 20 minutos de adelanto en un viaje entre Ávila y Madrid que está fijado en una hora y cuarenta minutos, justamente esos 20 minutos que aumentaron el tiempo de viaje hace años y que ponen de manifiesto que si el tren no tiene ningún obstáculo, haciendo las velocidades permitidas puede ganar ese tiempo», explica el portavoz de la Plataforma del Ferrocarril, quien recuerda que esos 20 minutos se añadieron «porque los trenes tenían averías y también las instalaciones por donde discurren, y para no tener que decir que todos los días el tren llegaba con diez minutos de retraso, pusieron esos 20 de añadido».
Muchos de los problemas que hay ahora mismo en los servicios ferroviarios de Ávila en el día a día, de retrasos y transbordos, se solucionan «con papel y lápiz, planificando correctamente», afirma Ricardo del Val, quien también subraya la necesidad de realizar «inversiones» para cambiar el actual trazado de la línea Ávila-Madrid para poder reducir los tiempos de viaje.
«No tiene ningún sentido que un tren de Media Distancia que viene de Ávila llegue a El Escorial y salga de allí tres minutos después de un tren de cercanías, que va parando en todas las estaciones hasta Madrid, porque así o pone una velocidad mucho más reducida o debe pararse en la señal de entrada cuando el tren de cercanías para en cada estación», explica el portavoz de la plataforma, para que lo lógico sería «adelantar cinco minutos el tren de Media Distancia para que pueda ganar tiempo y además facilite a los viajeros la posibilidad de coger ese tren de cercanías. Es pura lógica y no requiere inversión, sino una programación en condiciones».
Una planificación que tanto desde la Plataforma en Defensa del Ferrocarril como desde la Mesa del Ferrocarril de Ávila se ha solicitado tanto al Ministerio como a Renfe, sin que por el momento se haya hecho nada al respecto. Ymientras eso no ocurra, los trenes que circulan por la línea Ávila-Madrid seguirán con tiempos de viaje de 1 hora 27 minutos, en el mejor de los casos, y 1 hora 50 minutos o incluso más de dos horas, en el peor, con el añadido de un transbordo en El Escorial para aquellos trenes con origen y destino Ávila que van parando en todas las estaciones. «Hay una mala gestión y un mal servicio en general, y no hay ningún viso de que eso cambie», subraya Ricardo del Val, quien lamenta que «los que lo están sufriendo son los viajeros, con unos tiempos de viaje que no nos sirven y más ahora con los tiempos de viaje que hay en ciudades de nuestro entorno, porque hasta desde León se tarde menos en ir a Madrid que desde Ávila».
También aclara que el problema del embudo de entrada a Madrid «tiene como todo una parte de verdad y dicen que no hay mayor mentira que las medias verdades, pues hay momentos en los que el tráfico entre Villalba y el Pinar de las Rozas tiene mucha saturación con los trenes de cercanías y es difícil encontrar un surco (franja horaria por la que se mueve el tren), pero eso pasa a horas muy concretas y justamente a esas horas no es cuando están los trenes que tiene mayor tiempo de viaje», entre ellos los de Ávila, por lo que «no puede ser la excusa para que el tiempo de viaje de prolongue de esa manera».
Y es que donde está el verdadero problema para poder ahorrar tiempo en el viaje es, según indica Del Val, «en el trazado que tenemos, que es de cuando el ferrocarril empezó a expandirse hacia 1960, cuando se inauguró la línea de Hendaya. Entonces se buscaba un trazado donde la inclinación fuera mínima para poder superar las pendientes con las máquinas que había, pero hoy ya no existe ese problema y continúan las curvas con unos radios que impiden velocidades superiores».
Y ahí hablamos de la «necesidad de inversiones», porque hay que «modificar el trazado», afirma el portavoz de la Plataforma del Ferrocarril, pues «lo que se ha hecho hasta ahora es simplemente poner dinero para mantenimiento de carriles y catenaria, mejora de la señalización o modificación de andenes, pero eso no es suficiente».
A ese respecto, recuerda que «tienen estudios en el Ministerio para modificar el trazado y ya es cuestión de voluntad política que quieran gastarse más o menos, pues cuanto más recto sea el trazado, más dificultades orográficas hay que salvar y mayor es el impacto ambiental que puede tener» y pone como ejemplo la inversión realizada en el túnel de Pajares, en el que «han hormigonado media sierra de los Picos de Europa y el impacto ambiental ha sido tremendo, pero al final lo han hecho, y lo que no puede ser es que en Ávila no se haya invertido ni un euro desde hace muchos años en mejorar el trazado para permitir mayores velocidades».
Para Ricardo del Val, cuando se decidió que la linea de Alta Velocidad pasara por Segovia, «todos los tráficos que pasaban por Ávila, como es normal, se desplazaron hacia esa línea, sobre todo los de larga distancia, pero lo que no es lógico es castigar a quienes antes tenían esos servicios, hay que compensar de alguna manera, haciendo inversiones para que haya trenes que puedan circular más rápido o integrando a Ávila en la red de Cercanías de Madrid, como se ha hecho con Guadalajara, es una cuestión de decisión política».
Relaciones con Madrid. Ávila se nutre en la actualidad fundamentalmente de los trenes que vienen de Vitoria, León y Salamanca, y, aunque durante la pandemia se redujeron drásticamente los servicios, ya en el año 2022 se fueron recuperando la mayoría, con la excepción de los servicios de larga distancia nocturnos, y hoy se puede decir que las relaciones Ávila-Madrid son suficientes.
Así lo entiende la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Ávila, que tiene claro que «el problema no está en el número de trenes, sino a qué horas circulan y sobre todo, el tiempo de viaje», ya que para hacer un trayecto de 120 kilómetros tardan como mínimo 1 horas y 27 minutos, y ese es sólo un servicio, pues hay trenes que tardan hasta una 1 horas y 50 minutos. «Estamos hablando de 60 kilómetros por hora... es que hasta los tractores actuales desarrollan más velocidad», comenta su portavoz, Ricardo del Val, quien considera que la intención de Renfe es que la línea convencional por Ávila «no funcione, para poder tener argumentos para cerrarla de una vez, aunque aquí lo tienen complicado porque esta línea la tienen que tener abierta porque es la única que hay para las mercancías y su eliminación tendría un coste social demasiado elevado».