No hubo sorpresa alguna y tal y como se había avanzado en la Comisión de Hacienda primero y en las manifestaciones públicas después, los tres grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Ávila, PP, PSOE y VOX, mantuvieron en el Pleno su negativa a apoyar el plan económico del equipo de gobierno para el año que viene. La subida de impuestos y tasas propuesta por XAV no saldrá adelante, y ahora tendrá que elaborar un presupuesto con base a las ordenanzas actuales, que quedan prorrogadas. Con esa base de ingresos el equipo de gobierno asegura que se ve obligado a realizar recortes que dirigirá a servicios sociales y a subvenciones, principalmente. La oposición ya ha avisado que si eso se ejecuta como anuncia Por Ávila, el voto a los presupuestos también será negativo, lo que deja obligaría, también, a prorrogar los de este año. Ante esta situación de bloqueo, en su intervención final en la sesión plenaria de este viernes el portavoz del equipo de gobierno, José Ramón Budiño, tendió la mano principalmente a PSOE y VOX para arrancar un diálogo que permita algún tipo de acuerdo para lo que resta de mandato. Del PP se olvidó.
En su alegato final, Budiño pidió «responsabilidad a todos los compañeros del Pleno» para que «no protagonicen ese 'pacto de los recortes'. No lo hagan por respeto al Consistorio, a los empleados públicos, a Ávila», lamentando que «dicen no a la subida de impuestos, no a los recortes», preguntándose que «¿qué quieren?», para contestar él mismo que el objetivo es «bloquear Ávila para acabar con Por Ávila, ni más menos».
Fue entonces cuando lanzó el mensaje de llamamiento al diálogo, dirigido principalmente al PSOE y a VOX porque, «al PP le doy por perdido. Nos tienen manía, nos llaman chuscos, pero se lo pido a VOX, se lo pido al PSOE, tengan altura de miras, vamos a ponernos de acuerdo. Acatamos las líneas rojas, pero vamos a trabajar porque así lo necesitan los abulenses. Con esa mano tendida quiero cerrar mi discurso. Hace cuatro años éramos 11 y ahora seguimos siendo 11. Necesitamos de otras fuerzas políticas y ponernos de acuerdo».
A pesar de este intento final, que en filas de la oposición se aseguró que «llegaba tarde», ningún grupo político se movió de su posición ya anunciada con anterioridad, y se trasladó al Pleno el sentido del voto de la Comisión, por lo que quedaban rechazadas con 11 votos a favor (XAV) y 14 en contra (PP, PSOE y VOX), las ordenanzas fiscales para el ejercicio de 2024 en el Ayuntamiento de Ávila.
En la exposición de motivos de cada uno de los grupos para explicar las razones por las que no cambiaban el sentido de su voto, los argumentos fueron los ya conocidos. Antes, la teniente de alcalde de Hacienda, Ángela García, defendió el proyecto presentado desde su área recordando que la mayoría de los ingresos municipales provienen de la recaudación tributaria, y ante el incremento de gastos previsto para 2024, correspondía un aumento de ingresos a conseguir mediante la subida de impuestos, teniendo en cuenta el «gran esfuerzo realizado durante los últimos años para mantenerlos congelados, pero ahora son insuficientes para hacer frente a los gastos que vienen».
Ninguno de los grupos de la oposición 'compró' ese argumento. Desde el PP se achacó la necesidad económica del Ayuntamiento a la «mala gestión y despilfarro total del alcalde durante los últimos cuatro años», aseguró su portavoz, Alicia García, que aludió al «maná de los fondos europeos» como salvación de un equipo de gobierno que «ha manejado a su antojo el dinero de los vecinos y que ahora son herederos de su gestión, pero quieren que sean los abulenses los que la paguen». Desde el PP se insistió en repetidas ocasiones de que «esta factura tiene el nombre de Por Ávila por su falta de transparencia», acusando a Sánchez Cabrera de «ser el único alcalde de España que amenaza con recortes y con subir los impuestos de forma desproporcionada. Esta es su herencia, la que ha conseguido llegar a Ávila a la ruina». En cuanto al futuro presupuesto municipal, la portavoz popular preguntó a la bancada de Por Ávila que si «se van a atrever de verdad a hacer los recortes que están anunciando», avisando que de ser así, «desde el Partido Popular tumbaremos esos recortes que anuncia. Reduzcan gastos de otros sitios, como por ejemplo sueldos y liberados, y la ciudad estará mejor».
Muchos ojos miraban en este Pleno al grupo municipal del PSOE, al que se señalaba como el más próximo a poder apoyar las ordenanzas de Por Ávila, pero su portavoz, Eva Arias, disipó pronto cualquier duda al considerar la subida de impuestos propuesta por el equipo de gobierno de «extemporánea, confiscatoria e improvisada» y al acusar al equipo de gobierno de «derrochar los recursos públicos sólo con fines electoralistas», tildando al alcalde de «mal gestor e irresponsable político». Desde el PSOE se denunció que «Por Ávila ni siquiera sabe cuál es el gasto real del Ayuntamiento, y por ello tampoco conoce cuáles son sus necesidades tributarias», y achacó parte de la situación actual al hecho de que «durante el mandato anterior sólo se pensó en aumentar los gastos sin ninguna planificación, únicamente por intereses electoralistas y ahora quieren que lo paguemos todos los abulenses».
«Estas ordenanzas no cumplen con los requisitos que esta ciudad necesita», afirmó Arias, quien se ratificó en denunciar «presiones y coacciones» a miembros del PSOE por parte de Por Ávila para intentar cambiar el sentido del voto, y se dirigió a los miembros del equipo de gobierno para hacerles ver que «están ante una oportunidad para que mejoren la gestión tributaria del Ayuntamiento y puedan adoptar medidas para que los abulenses no tengan que sufrir su mala gestión económica».
Juan Manuel Lorenzo Serapio, portavoz municipal de VOX, comenzó su primera intervención también anunciando desde el principio que su partido era contrario a la subida de impuestos propuesta desde Por Ávila, y le espetó al alcalde que «ha perdido la legimitidad para seguir en su cargo porque ha mentido y engañado a los abulenses», afeándole que no dijera en campaña electoral que su propuesta era la de subir los impuestos y anunciar que «el Ayuntamiento estaba bien económicamente. Si esto es así, ¿por qué ahora quieren subir los impuestos?». Al igual que Arias, Lorenzo Serapio habló de «presiones y coacciones», abundando en las acusaciones de «mala gestión que ahora tenemos que pagar los abulenses». Pidió a los miembros de Por Ávila que «dejen de trabajar de manera despótica» y de realizar «chantajes inadmisibles a los abulenses». Se ofreció para un diálogo «desde el respeto institucional, sin chantajes» y achacó el bloqueo en el Ayuntamiento a «la forma que tiene Por Ávila de gobernar, ya que nadie se ha interesado por nuestras propuestas». El portavoz de VOX aprovechó su intervención en el Pleno para presentar alguna de ellas como «eliminar gastos superfluos y bajar sueldos y liberados en vez de recortar en calefacción en los colegios». Pensando en el resto del mandato, Lorenzo auguró al alcalde «un periodo muy duro si continúan con este talante y nula intención negociadora», coincidiendo con el PP en que «VOX no apoyará ningún presupuesto que recoja recortes».
Cerraba las intervenciones de los portavoces el del equipo de gobierno, que se refirió a que se asistía a «un debate de bloqueo político hacia una formación que ganó las elecciones hace unos meses con el apoyo de la mayoría de los abulenses. Las tres formaciones de la oposición lo único que quieren es sacar rédito político a esta situación», concluyendo que el Ayuntamiento se enfrenta a una «situación compleja por no sacar las ordenanzas adelante y por los recortes a los que nos veremos obligados. Aquí no hay varitas mágicas, si no se aumentan los ingresos mediante los impuestos, habrá recortes que serán perjudiciales para la ciudad, pero esa es la realidad».