El problema de la vivienda es algo que está de plena actualidad y donde la búsqueda de soluciones no siempre resulta como se esperaba. Además es un problema que afecta especialmente a los jóvenes, normalmente con menos recursos para un bien que se lleva buena parte de ellos.
Y ahí es donde muchas veces el alquiler se presenta como una opción a la compra, aunque haya que buscar opciones para ello. Precisamente una opción llegará con las viviendas destinadas a alquiler social que se van a construir en la capital y donde ya se ven los primeros movimientos sobre el terreno. Se trata de 40 viviendas que se alzarán en la avenida de los derechos Humanos, en su confluencia con la calle Caléndula, y que llegan a través de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, con la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl), con financiación parcial de la Unión Europea con fondos Next Generation EU y del Banco Europeo de Inversiones.
El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, explicó durante su visita a El Barco de Ávila que la construcción está prevista para terminar en junio del próximo año (el plazo de ejecución son 18 meses) por lo que este año ya se irán viendo las obras. Por el momento en la parcela ya se cuenta con movimiento en el terreno, alguna maquinaria y el cartel del proyecto donde se ve cómo será la imagen de estas casas. En este sentido hay que recordar que se trata de un proyecto con un presupuesto de algo más de 4,6 millones de euros para esas 40 viviendas colaborativas que se espera que los jóvenes den vida, aprovechando especialmente los espacios comunes, ya que se trata de una modalidad de alojamiento en la que los residentes comparten zonas y servicios comunes.
Preparando el terreno - Foto: David CastroLo que se ha conocido de estas viviendas es que la superficie útil interior será de 60 metros cuadrados para hogares de dos dormitorios, que tendrán también seis metros útiles de terraza y una parte correspondiente a zonas comunes que incluirá coworking o lavandería. En el sistema constructivo se opta por sistemas prefabricados, aislamientos, impermeabilizaciones y aislamiento de cubiertas, caldera de peles o suelo radiante y, al tratarse de viviendas colaborativas, tienen que disponer de espacios comunes de calidad en el edificio para el uso de sus ocupantes y para fomentar las relaciones sociales.
El proyecto abulense forma parte del trabajo de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Urbanismo para construir, a través de la Somacyl, viviendas con destino al alquiler joven, en edificaciones repartidas en los principales municipios de Castilla y León. Una vez ejecutadas, estas viviendas se integrarán en parque público de viviendas en alquiler que gestiona Somacyl, destinándose fundamentalmente a jóvenes menores de 36 años.
La opción es contar con viviendas colaborativas como modalidad de alojamiento en la que los residentes comparten zonas y servicios con el resto de los inquilinos con el objetivo de facilitar la emancipación de los jóvenes, así como fomentar la convivencia y la interacción compartiendo un espacio común que les apoye en el desarrollo como ciudadanos de una manera fácil y económica
El proyecto establece también que las viviendas, además, deben incorporar criterios de racionalidad estructural y constructiva, así como de facilidad de mantenimiento por parte del propio usuario o propietario.