Preocupados y pendientes de las noticias

M.M.G.
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Algunos de los 1.000 miembros de la comunidad marroquí de Ávila tienen familia en la zona afectada por el seísmo de su país de origen

Preocupados y pendientes de las noticias

Desde la distancia y «con preocupación». Así está viviendo la comunidad marroquí de Ávila las consecuencias del terrible terremoto que hace apenas unos días asolaba Marruecos dejando tras de sí más de 2.800 personas fallecidas y otros miles de heridos y afectados. 

 La comunidad marroquí, decimos, pero también todos los miembros de la Comunidad Islámica de Ávila, entidad que reúne en la actualidad a un millar de personas en la capital y entre la que se encuentran no pocos miembros con amigos y familiares en las zonas afectadas por el seísmo.

Así lo explicaba este martes a Diario de Ávila Mohamed Jibreel, miembro de esta comunidad. Y aunque él, nos explica, es de origen palestino, se encuentra viviendo con la misma preocupación las noticias que llegan del norte de África.

«Hay gente que tiene allí familiares y amigos. Estamos a la espera», comienza a hablar Mohamed, que apunta también que, afortunadamente, y hasta el momento, ningún abulense ha tenido noticias de pérdidas en sus núcleos familiares más cercanos.

«Seamos marroquís o no, lo estamos viviendo con mucha preocupación. Porque, al final, todos somos hermanos», subraya Mohamed el sentimiento de hermandad que une a los miembros de la Comunidad Islámica de Ávila.

en marruecos de vacaciones. Comunidad que nos cuenta, por cierto, tenía a algunos de sus miembros en Marruecos en el momento del terremoto. Y es que estos días de septiembre son para algunos de ellos tiempo de vacaciones y descanso en su país de origen.«Imaginamos que ellos habrán sentido el terremoto», reflexiona Mohamed sobre lo que habrán vivido algunos de sus amigos durante su estancia en su país de origen.

Le preguntamos también por si la comunidad ha emprendido ya algún tipo de movimiento para enviar ayuda a las localidades afectadas.  «En principio no hemos movido nada, porque vemos que las ayudas van llegando ya desde afuera», responde el miembro de la Comunidad Islámica que, como no podía ser de otra manera, aprovecha nuestra charla para enviar a todas las personas afectadas todo el cariño de los «hermanos» que residen en Ávila. 

Nos decía que es complicado determinar cuántas personas componen en la actualidad la Comunidad Islámica de Ávila, porque oscila en función de los movimientos de los mismos. «Algunos se desplazan a vivir a los pueblos de la provincia, en función de sus trabajos», comenta Mohamed que, habla también de que se trata de una comunidad con muchos miembros ya de segunda generación «Muchos jóvenes que ya están en los colegios o trabajando», abunda en esta idea.

TESTIMONIO

«Hemos cambiado el cargamento para llevar mantas y ropa de abrigo»

Emilio Burguillo lleva años ayudando al pueblo marroquí. Promotor de la iniciativa 'A Marruecos por los niños',Emilio emprende cada año desde hace diez una aventura que le lleva, junto a un numeroso grupo de abulenses solidarios, a desplazarse al norte de África para llevar hasta allí material escolar y otros productos con los que echar una mano a los más necesitados.

Pero este año, la extrema situación que viven en Marruecos les ha hecho modificar la carga de sus coches. Y el 24 de septiembre, fecha en la que está previsto que parta desde el Lienzo Norte el convoy con doce coches (a los que sumarán dos más con los equipos médicos una vez que lleguen a Marruecos), sus maleteros irán cargados de manta y ropa de abrigo para la población marroquí.

«Es lo que más necesitan ahora», comienza a relatarnos Emilio, que sabe el intenso frío que puede llegar a hacer en las localidades a los que habitualmente viajan, a 3.000 y hasta 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar.

En el viaje, en el que Emilio estará acompañado por 37 personas (todas ellas amantes del mundo del motor y solidarias hasta la médula), recorrerán la distancia que separa Marrakech de Ait Ben Hadou, a través de la la ruta conocida como la ruta de las mil Kasbahs. «Es una zona rural de montaña», nos la describe Emilio, «Y luego bajaremos hacia el sur a Foum zguid , zagora y Merzouga , unas zonas que están muy alejadas ya del terremoto. Y en la quinta etapa llegaremos a Boulmalde Dades , a unos 300 kilómetros de la zona cero».

Serán, en total, nueve días de viaje en los que, sabe, van a poder ver en primera persona la devastación dejada por el terremoto: los miles de personas sin hogar que, como nos muestra en las fotos que comparte con nosotros, viven ahora pendientes de las ayudas que puedan entregarles y en chabolas construidas por ellos mismos. Porque son muchos los que han perdido sus viviendas. Y muchos más los que temen posibles reproducciones de los temblores.

«Gracias a Dios mis amigos marroquíes están todos bien.Son ellos los que nos están diciendo que llevemos ropa de abrigo y mantas», prosigue hablando Emilio, que comenta cómo hasta antes de que se produjera el terremoto tenían ya preparadas 105 grandes mochilas con material escolar que, ahora, deberán esperar a un próximo viaje para llegar a Marruecos. «Hemos liberado tres coches para poder llevar esa ropa de abrigo, que iremos entregando en las aldeas que nos encontremos», prosigue hablando Emilio.

Ahora, Emilio y sus compañeros de aventuras pasan los días pendientes de las noticias que les envían desde Marruecos sobre el estado de las carreterKas. Pero saben, que ya sea por una vía o por otra, emprenderán un viaje que, explica el promotor de 'A Marruecos por los niños' emprenden dos veces al año, ya sea con esta entidad o a través de la carrera Desert Trophy Panda o el Maroc Challenge, considerado 'el Dakar de los 70' para los aventureros del siglo XXI.