«Arqueros: Elevar, tensar, soltar...» repetía una y otra vez Carmen, la presentadora de los actos que se fueron repitiendo por la tarde en el campamento de los arqueros, en el jardín de San Vicente, en el momento en que un grupo de estos comenzaban a lanzar a las dianas o al público, como al final, a modo de broma final para el numeroso público asistente. Yvaya que lo hicieron, pues lanzaron unas flechas con topes a los asistentes, que se terminaron convirtiendo en un regalo para todos aquellos que caían sobre ellos y que se encontraban en uno de los paseos del Jardín de San Vicente.
Datos históricos de la ciudad, datos curiosos de contenido técnico de los arcos y flechas y de los arqueros abulenses y los elementos que forman parte del día a día de ejercicio de un arquero. Todo fue meridianamente explicado por la presentadora para clarificar todo lo que estaban haciendo los arqueros sobre el terreno.
En los distintos concursos previstos y en las exhibiciones participaron tanto adultos como zagales o infantiles. En los primeros fueron unos 120 los inscritos. Las pruebas se desarrollaron por la mañana, para que por la tarde pudieran celebrarse las finales. Como así ocurrió. La lluvia respetó la competición y practicamente aguantó sin llover hasta que se entregaron los premios. La verdad es que los más de 120 socios que forman parte de la Asociación de Arqueros Abulenses dan colorido y animación a su campamento durante los tres días de las Jornadas Medievales con los concursos y demostraciones de la destreza de los arqueros. Su presidente, Carlos Sánchez, mostraba su satisfación por que a pesar de la lluvia, estaba tenido un gran resultado.