Crece la familia de Barro

E.Carretero
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Compartiendo edificio con el restaurante de Carlos Casillas, y misma filosofía, este jueves abre Fango, un bar sin barra donde degustar de forma más informal coctelería de autor y bocados gastronómicos, y todo ello ligado al terreno y la temporada

Crece la familia de Barro - Foto: Isabel García

Un bar sin barra donde la despensa, tanto líquida como sólida, está marcada por el territorio y la temporada. Eso es Fango, la coctelería gastronómica hermana de Barro, el restaurante con el que Carlos Casillas consiguió la primera, y hasta el momento única, Estrella Michelín de Ávila. Aunque el joven cocinero está detrás de este proyecto que abrirá sus puertas al público este jueves el mismo estará capitaneado por Esther Merino, otra joven talento de la hostelería, en este caso de la coctelería, que no ha dudado en dejar Copenhague, donde ha trabajado como bartender tanto en Alchemist, con dos estrellas Michelín, como en Noma, el considerado mejor restaurante del mundo, para venir a Ávila y ponerse al frente de este novedoso proyecto. 

«En Ávila no hay nada así», asegura Casillas al hablar de esta coctelería gastronómica en la que se puede beber pero también comer y todo ello con las señas de identidad de Barro, que son el territorio, lo local y el producto de temporada. «Son esas cosas que normalmente se ven en cocina pero que rara vez se encuentran como argumento o como concepto propio en coctelería», reconoce el joven cocinero al hablar de este nuevo establecimiento hostelero que integra la zona de cocina y coctelería dentro de la sala y que está concebido como un espacio de tarde y noche, eso sí con una oferta más tranquila y pausada que la que ofrece un local nocturno al uso. 

«Fango es el proyecto más diferente de todo lo que abrimos porque esa idea de coctelería solo se ve en grandes ciudades como Nueva York, Londres o Berlín, pero obviamente nadie esperaría algo así para Ávila», reflexiona Casillas al referirse a su nuevo 'hijo' en el que los clientes podrán acompañar su cóctel, o cualquier otra bebida, con bocados, y en este caso con platos o medias raciones con precios que oscilarán entre los 6 y los 14 euros, lo que permitirá al público acercarse al concepto de Barro de una forma más asequible. «Buscamos que la gente venga, que repitan y que se conviertan en clientes habituales», reconoce con ilusión Casillas ante la inminente apertura. 

Fango, que de momento abrirá de jueves a domingo de 17 a 2,00 horas, comparte espacio con Barro si bien el acceso a esta coctelería gastronómica es por la Bajada de la Losa.