Cuatro mil raciones de cochinillo esperan

M.E
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Las XV Jornadas del Tostón de Arévalo arrancan con previsiones de lleno y la máxima calidad en la mesa, la que garantizan los cochinillos de Carlos Blanco, uno de los premiados en la presentación

Cuatro mil raciones de cochinillo esperan

CUANDO lean estas líneas ya estarán en marcha las XV Jornadas del Tostón de Arévalo, una cita marcada en rojo en el calendario para los amantes de este suculento manjar que llega marcada por dos factores, un producto de máxima calidad y un precio más que sugerente para el menú cerrado (36 euros) que ofrecerán los siete restaurantes participantes: Las Cubas, Los Cinco Linajes, Desireé-Casa Felipe, El Figón de Arévalo, Goya, El Tostón de Oro y Perotas. 
Las previsiones para estas consolidadas jornadas, que se desarrollan desde este sábado y hasta el domingo día 16 de marzo, son más que buenas. Así lo preveía hace unos días la Asociación Arevalense de Hostelería (Asadhos) y así lo confirma el proveedor de los cochinillos, Cárnicas Carlos Blanco, la empresa que cuenta con granjas propias, matadero en Arévalo y que suministra a carnicerías y a la hostelería local. Su gerente, Carlos Blanco, cifra las previsiones en unos 800 cochinillos y unas 4.000 raciones de tostón, «un volumen importante» que, como cabe esperar, «es superior» a la demanda habitual. «El lleno absoluto parece asegurado, están todos los restaurantes a tope, la gente aprovecha que el menú es realmente atractivo por el producto (legumbres de la Moraña, tostón de Arévalo, postre casero, agua, vino de la casa y pan) y por el precio», de manera que «las ventas se pueden triplicar». 
Sabe de lo que habla por cuidar el producto en origen, de ahí que no haya dudado en reconocer «el gran esfuerzo» que están haciendo los hosteleros para cerrar un menú a 36 euros hoy en día. «Demuestran que tienen ganas de que esto funcione, de promocionar el producto y de asegurarse el lleno», señala Carlos Blanco, quien reconoce que el precio del cochinillo vivo ha aumentado bastante en los últimos tres años, «consecuencia de que el precio del cerdo grande y el lechón también ha aumentado y ha arrastrado al pequeño», a lo que se añaden «el encarecimiento de los costes de producción» y la situación del campo.

 

 

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