Andrea Casarrubios, abulense de San Esteban del Valle, ha sido la primera compositora española que ha estado nominada a los prestigiosos premios Grammy en el apartado de música clásica, un galardón que finalmente no fue para ella pero que dio visibilidad internacional a una enorme calidad que quienes se mueven en este mundo ya conocían y valoraban desde hace tiempo. Afirma esta artista abulense que no le importó mucho no haber sido la ganadora de ese Grammy, por un lado porque no «veo estos reconocimientos como una competición», y por otro porque «fue un honor haber estado nominada junto a artistas que admiro tanto, como es el caso de Gustavo Dudamel, Gabriela Ortiz, y la Filarmónica de Los Ángeles».
Había sido nominada Andrea Casarrubios a los Premios Grammy por su obra SEVEN, una música que ha grabado ella misma para su reciente trabajo discográfico publicado en 2024, que había estrenado con mucho éxito en la sala sinfónica del Carnegie Hall en 2021 y que desde entonces había llegado a más de 36 países.
Compuso esta música abulense SEVEN en la ciudad de Nueva York, en el año 2020, eligiendo ese título como alusión directa al homenaje que se hacía cada día a los trabajadores sanitarios a las 19,00 horas para reconocerles y agradecerles su duro trabajo en la pandemia, jugando al simbolismo con la decisión de que la obra se cerrase con siete sonidos a modo campanadas.
Explica Andrea que «la música contemporánea que escribo es a veces un reflejo de la historia de la que formamos parte todos, la del día a día, con pequeños detalles; y en el caso de SEVEN refleja el año y la repercusión del 2020, con todas sus emociones, dolores y soledades, pero también pienso que la música abraza y sana». En ese sentido, añade, «SEVEN celebra esa bonita parte del ser humano, el poder de la empatía en comunidad, agradeciendo a aquellas personas que ponen en peligro sus vidas para ayudar a los demás».
La violonchelista y compositora abulense, considerada una de las mejores en ese instrumento a nivel internacional, ha dado conciertos en países como Brasil, México, Estados Unidos, Sudáfrica, China, Rumanía, Francia, Suiza, Alemania y España, siendo el escenario de sus interpretaciones en muchas ocasiones el Carnegie Hall de Nueva York, un auditorio considerado uno de los más importantes del mundo, uno de los más difíciles de ocupar porque está reservado para los mejores.
Otra evidencia de la calidad de Andrea Casarrubios como compositora es que orquestas como Indianapolis Symphony Orchestra y Chicago Symphony Orchestra han programado sus composiciones para algunos de sus conciertos.
Su primer disco con obras propias, titulado Caminante, fue publicado en el año 2019 por la discográfica Odradek Records, un trabajo que comienza con la obra que da título al CD, instrumentada para violonchelo y coro y que lleva letra del poeta Antonio Machado.
Su último disco, SEVEN, es el que fue merecedor de la nominación a los Grammy 2025, un trabajo que aparte del tema antes mencionado incluye también su emblemática y emotiva obra titulada Afilador, un encargo de la Chicago Symphony Orchestra.
pasión por la música. Es tanta la pasión que siente Andrea Casarrubios por su labor como compositora, tanta la entrega que pone en ella, que asegura que «mientras escribo siento que puedo dejar que la creación te sostenga cuando te caes de agotamiento, que puedas descansar en ella, confiar, incluso reinventarte. Es de las experiencias más significativas que he tenido jamás y me siento afortunada de poder seguir componiendo».
En su constante camino de crecimiento personal, que lo es también de reconocimiento del mundo de la música clásica por la calidad y originalidad de su labor creativa (como compositora y como intérprete), adelanta Andrea que el próximo mes de abril interpretará como solista su propio Concierto para Violonchelo y Orquesta con la Charlotte Symphony Orchestra en Estados Unidos, y que, además de escribir más obras por encargo, próximamente protagonizará recitales en Los Ángeles y Nueva York (EEUU), Talavera de la Reina (España) y también en León (México). El pasado mes de noviembre, recuerda, «estuve tocando algunas obras del disco en Bruselas, en el Festival de Violonchelos de Bélgica; fue un viaje muy bonito donde pude reencontrarme con compañeros de la profesión que hacía muchos años que no veía».
?Andrea Casarrubios nació en la localidad de San Esteban del Valle, y pocos años después su familia se mudó a Arenas de San Pedro, donde Andrea comenzó sus estudios musicales al piano y al violonchelo. Su madre ha realizado durante muchos años una importante labor como docente en IES Candavera en Candeleda, y su padre es un reconocido artista que ha pintado miles de cuadros. En este contexto de naturaleza y creatividad, Andrea recibió valores como el estudio meticuloso y el esfuerzo constante.
Haber ganado varias audiciones y becas de las universidades Johns Hopkins, University of Southern California y City Universtiy of New York posibilitó a Andrea ir a Estados Unidos a estudiar la carrera, el máster y el doctorado, un periodo de formación en el que, recuerda, "cuando ganaba algún concurso utilizaba el dinero de los premios para poder volver a ver a mi familia».
Visto aquel periodo de formación con la perspectiva que da el paso de los años, recuerda ahora esta música abulense que «estar lejos de mi familia durante tantos años no ha sido fácil. Ha habido muchas complicaciones, momentos agotadores y sacrificios. Al mismo tiempo, he llegado a pensar que los sacrificios son un estado mental, y que a veces es importante darle la vuelta a las cosas.»