Los trabajadores afectados por Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en la provincia de Ávila el año pasado, un total de 137, aumentaron en relación a los registrados en el ejercio anterior, pero aún así se quedaron muy lejos de los años con gran incidencia en este campo, los de los periodos más duros como las crisis económicas o la pandemia. Según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social en su estadística de regulación de empleo, durante el año pasado la provincia de Ávila registró 8 empresas afectadas que solicitaron mecanismos de regulación de empleo para 137 empleados. Estas cifras son bastante discretas si echamos un vistazo a la serie histórica más reciente, la cual arroja más de 10.000 trabajadores afectados en la provincia de Ávila por medidas de regulación desde el año 2000, y eso sin contar el primer año de la pandemia, un 2020 que dejaba más de 7.500 afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Estos números deparan una media cercana a los 450 trabajadores incluidos en ERE al año en Ávila, una cifra muy superior a la registrada el año pasado.
De hecho, las 8 empresas que recurrieron el año pasado a esta fórmula prevista en la legislación laboral –para prescindir de plantilla de forma colectiva o ajustar su actividad con días sin producción o con la reducción de la jornada ante la falta de demanda de sus productos o servicios o la caída de las ventas– suponen el número más bajo de toda la serie histórica, que arranca en el año 2000, un volumen más que discreto en comparación con ejercicios como 2013, cuando hubo más de 80 expedientes, o 2012, con 79. La cifra de los trabajadores afectados, con esos 137, también está entre las más bajas, aunque en los últimos diez ejercicios hubo tres años con menos personal incluido en ERE, en los años 2023 (apenas 50 empleados), 2016 (77) y 2015 (132). Las cifras se quedan muy cortas en relación a años como 2008 o 2009, cuando los afectados por ERE superaban los 1.400 y los 2000, en buena medida por los distintos procesos que impulsó la factoría Nissan para ajustar su plantilla a la caída de la producción.
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