El paseo de la Estación es una de las principales arterias de la capital abulense. Empujados por el tránsito de personas que llegaban a Ávila a través del ferrocarril comenzaron a proliferar en esta calle decenas de comercios, lo que la convirtieron en una de las grandes vías comerciales de la capital. En medio de este auge se construyó, hace ya bastantes décadas, el Centro Comercial Avenida, ubicado junto al centro médico ambulatorio. 

En esta galería comercial se situaron desde sus inicios varios negocios que aún resisten al paso del tiempo, como la tienda Milar Electrónica. Su encargado, Fernando de la Hoz, permanece al frente del negocio desde su instalación hace  ya más de 20 años. Anteriormente estaban situados al otro lado de la calle, en un local más pequeño, pero su crecimiento les obligó a buscar un establecimiento más amplio. «Necesitábamos un local más grande y este, como estaba cerca, lo elegimos. Era de nueva construcción y nos gustó porque tenía mucho escaparate y porque daba a la calle. Si hubiera sido interior, no lo hubiésemos cogido», explica Fernando.

El Centro Comercial Avenida es, de las cinco galerías comerciales de Ávila, la que más locales en funcionamiento tiene en la actualidad. Quizás la explicación reside en que «los comercios que damos a la calle atraen más al público o el hecho de ser una zona de paso de un barrio a otro», s el encargado de la clásica tienda de electrodomésticos. Su suposición puede ser cierta porque, además de Milar, siguen en funcionamiento con vistas a la calle una óptica y una autoescuela. «Solo siguen en funcionamiento los locales que dan a la calle. Interiormente solo hay oficinas y una peluquería», confirma Fernando.

Una situación muy diferente a la que había cuando decidieron trasladar su negocio a este pasaje comercial. «Al principio estaban todos los locales abiertos. Había tiendas de moda, de discos, había una papelería, un videoclub,... Pero al poco tiempo todo empezó a decaer, porque esos negocios no funcionaron y la cosa empezó a decaer. Y luego tampoco hubo renovación», argumenta. Una decadencia que se inició hará dos décadas, antes de que las graves crisis económicas mundiales recientes arrasaran con todo.

No obstante, Fernando considera que «estos centros comerciales no han funcionado nunca en Ávila». Y, por desgracia, la realidad confirma su percepción. La decadencia es tan profunda en estos pasajes que les augura un futuro bastante negro. «Preveo un mal futuro, porque en cuanto cierren los negocios que quedamos, aquí no va a entrar nadie. Hoy por hoy, estos centros comerciales no tienen futuro», sentencia. Ojalá que su predicción no se cumpla, pero para ello tiene que haber un giro drástico de la situación. 

Una lástima, porque quizás esto podría acarrear la desaparición de una de las zonas comerciales históricas de la ciudad. El avance de la venta online y las grandes superficies hace tiempo que eliminaron del mapa a unas galerías en peligro de muerte.