Efectivos de los puestos de la Guardia Civil de Adanero y Arévalo tuvieron que intervenir el pasado lunes 10 de marzo para calmar a un individuo que amenazaba con un arma blanca a su madre, logrando que los servicios sanitarios le atendieran sin resistencia.
La intervención de la Guardia Civil se inició al recibir una alerta de que un varón armado con un machete de grandes dimensiones estaba amenazando de muerte a su madre en el domicilio. Tras su llegada al lugar de los hechos, estableció un dispositivo de seguridad y los agentes accedieron al domicilio donde se encontraba el individuo, un varón en un estado de gran alteración, el cual continuaba portando el machete y se negaba a deponer su actitud.
Los agentes iniciaron una intervención dialogada con el objetivo de calmar la situación y evitar un desenlace violento.
Durante casi una hora, trataron de convencer al individuo para que entregara el arma y colaborara con las autoridades.
Según explican desde la Comandancia de la Guardia Civil en Ávila, finalmente, gracias a la labor de una guardia givil, se logró establecer una conexión de confianza con el individuo y éste accedió a entregar el machete de forma voluntaria.
Su actitud se fue relajando hasta que permitió ser atendido y que fuese trasladado en ambulancia al Hospital de Ávila, donde recibiría la atención médica necesaria.
Gracias a la profesionalidad y calma de los agentes, que aplicaron técnicas de mediación y contención verbal para resolver la situación sin recurrir a la fuerza, se evitó que el individuo causara lesiones a sí mismo, a su madre o a terceros.
La persona en crisis fue trasladada al hospital para recibir tratamiento especializado.
Desde la Guardia Civil se recuerda la importancia de avisar inmediatamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante cualquier episodio de violencia o crisis de salud mental que pueda suponer un peligro.
También se recomienda que no se intente mediar por cuenta propia en situaciones de riesgo. Es fundamental dejar la intervención en manos de profesionales.
Y se debe solicitar ayuda psicológica especializada cuando se detecten signos de alteración mental en un familiar o allegado, evitando que la situación se agrave.