Las cosas de palacio van despacio, pero parece que avanzan, y existe ahora una oportunidad ideal para que los abulenses volvamos a ilusionarnos con un proyecto, como el del remodelación del Palacio de los Águila y su vinculación, de una u otra manera, al Museo del Prado, con el que llevamos soñando décadas (vamos camino de tres)
Este pasado jueves, el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano, en una entrevista concedida a Onda Cero Ávila, reconocía que la primera fase de las obras, que ha incluido la construcción de la Sala Prado, está concluida y mostraba su confianza en que a lo largo del mes de febrero se proceda a la entrega formal de la obra. Un acto administrativo, que no deja de ser un paso más en este infinito proyecto (por lo del tiempo que lleva en marcha), que debería ser aprovechado para dar a conocer a los abulenses, y a la sociedad en general, el resultado de una actuación que se ha prolongado en el tiempo con mil y una vicisitudes, con numerosas modificaciones sobre los planes iniciales. Pero lo cierto es que el eje central del proyecto (la remodelación del palacio y su adecuación como espacio museístico y la construcción del edificio anexo) ha llegado a su conclusión, y aunque habrá que esperar todavía un tiempo más que considerable (al menos dos años) para que ese espacio empiece a funcionar como un nuevo museo de la ciudad, parece que por fin podrá ser una realidad. Y sería fundamental que esa intervención fuese exhibida para seguir creyendo que ahora sí, que es posible que Ávila cuente con un nuevo espacio museístico en el que el sello del Museo del Prado tenga su impronta, y sea un reclamo turístico de primer orden para sumar a la oferta de la que ya dispone la ciudad.
Cierto es que aún quedarán por delante otras dos fases. Una primera que consistirá en la rehabilitación de las caballerizas y de todos los aledaños que se encuentran en el entorno del palacio y de la Sala Prado, para que queden conectadas con esas dos construcciones, que ya se ha licitado y que tendrá un plazo de ejcución "no superior a los dos años", según precisó Galeano. La final será la de la musealización de los espacios, que si hubiese intención bien podría superponerse, o al menos acompasarse para que sea ejecutada coordinándose con esa segunda fase y no haya que esperar más de dos años que ese nuevo espacio cultural sea una realidad. 
Siempre habrá que pensar que más vale tarde que nunca, y en este caso, ojalá así sea, porque ya hemos visto tanto...