El Ministerio de Cultura licita nuevas obras en la Muralla de Ávila, en este caso para la consolidación de la zona desde la puerta de San Vicente al cubo 12 (cerro de la Mula) y en la puerta del Carmen. Para ejecutar este proyecto se cuenta con un presupuesto de más de 600.000 euros y un plazo de ejecución de nueve meses, que se aplicará fundamentalmente el próximo año.
Esta actuación está prevista en los Presupuestos Generales del Estado y tiene como objeto la restauración y consolidación de tramos afectados por humedades de filtración, ya sea por el agua de lluvia que se filtra a través del adarve, rejuntados descohesionados y juntas degradadas, entre otros. El problema recurrente de la humedad ha ido provocando una descomposición de los morteros y alteraciones sobre las que se quiere actuar.
Por otra parte, está la parte de actuación en la puerta del Carmen, como acceso a la Muralla, para lograr una mejora en este control de visitas, con más comodidad para los visitantes y el personal que lo controla. Se trata, señala el proyecto, de preservar el bien cultural y facilitar su conocimiento y disfrute con seguridad por parte de quienes desean visitarlo y recorrer su adarve. Por tanto, en relación al uso, el reto se centra en conseguir que esa accesibilidad sea compatible tanto con la conservación del bien como con el mantenimiento de todos sus valores históricos y estéticos.
Respecto a la propuesta para la puerta del Carmen, se busca mejorar la recepción de visitantes en este punto con el criterio de mantener en todo lo posible la obra realizada en el año 2000. Se aprovecha que ya se cuenta con un espacio muy útil al haberse vaciado el cubo y se propone darle un uso coherente con las necesidades de uso, que incluyen canalizar y gestionar el flujo de visitantes y ofrecer condiciones adecuadas a quienes se encargan de ese control, con personal que tiene que permanecer muchas horas en ese espacio.
Esta mejora exige realizar «pequeños cambios que alteran el proyecto original», pero manteniendo una estética coherente. Para ello, el proyecto marca una propuesta de mejora de la recepción de visitantes en el acceso más próximo a la puerta de San Vicente desde el lado norte. La idea es retirar el pequeño módulo de metal y madera que hoy sirve de paso hacia el interior del cubo 28 de la Muralla y mejorar la recepción de visitantes usando para ello el espacio que quedó libre al vaciar el cubo. Ese espacio conserva unos pocos paneles explicativos de la obra realizada en su momento en el cubo que se considera que precisan un espacio más adecuado con la propuesta de que sean las bóvedas situadas frente al acceso.
El espacio que se gana permite mejorar la comodidad de los visitantes que acceden al adarve desde este punto como la del personal que controla el acceso, que dispondrán de espacio a resguardo, lo que es especialmente importante teniendo en cuenta las temperaturas de Ávila. Esta propuesta exige realizar un pequeño cambio en los elementos modernos de paso colocados cuando se vació el cubo, para adaptar el sentido de las circulaciones de los visitantes, de manera que la mejora propuesta sea posible.
Se tiene que buscar una alternativa a las escaleras (ahora con dos tramos), para lo que se propone colocar un tramo de hierro y madera en el interior, sustituyendo al pasillo horizontal que hoy enlaza ambos tramos.
El espacio disponible permite además la venta de recuerdos, si así se desea, aunque no será un área comparable al acceso de la Casa de las Carnicerías.
El proyecto se completa con otro tipo de actuaciones, como una zona de depósito, la sustitución de las luminarias por otras led, además de sustituir la barandilla de soga por otra de hierro que sea compatible estéticamente o las actuaciones en cuanto a la humedad. Además se propone colocar junto a la puerta, en lugar visible, una señalización del acceso, con información de la Muralla y la ciudad.
A ello se une algunas actuaciones para mejorar el entorno inmediato del acceso, con ciertas mejoras en pavimentaciones y un ajardinamiento sencillo.
De acuerdo a las exploraciones realizadas con once catas para este proyecto se realiza además una propuesta de intervención para la pavimentación del adarve. Indica el proyecto que la pavimentación del adarve y los cubos de la zona (desde la puerta de San Vicente al cubo 12) están en la mayor parte de su recorrido en muy buen estado de conservación, aunque los deterioros se refieren especialmente al solado del cubo 12, con pérdidas de rejuntado y sin la impermeabilización que aparece en otros tramos del adarve. Por eso se propone levantar el solado de este cubo y colocar una lámina de impermeabilización antes de recolocarlo. Existe la posibilidad de elegir pendientes diferentes con caídas hacia el exterior, para evitar arrojar agua a las escaleras de acceso. Pero para esto habría que comprobar si se dispone de cota bajo el pavimento para rebajar el nivel. En este caso es un cubo cerrado al público, aunque se cree que esto se puede cambiar, por lo que se propone añadir elementos de seguridad, como barandillas.
En el caso de la puerta de San Vicente, a pesar del buen aspecto de su solado, se considera razonable aprovechar esta intervención para dotarle de una barrera contra el paso de agua más fiable con una lámina continua de impermeabilización, pero sin cambios de pendientes.
También se propone levantar el pavimento del cubo 10 para favorecer un desagüe hacia la escalera.
Otras propuestas de intervención incluyen remates de los muros de las escaleras, levantar la escalera de acceso al cubo 11 para impermeabilizar y luego volver a colocar las piezas así como otras actuaciones en escaleras, especialmente para reducir la humedad.