Los alumnos del colegio Milagrosa-Las Nieves celebraron este miércoles, 19 de marzo, su tradicional Procesión de los Niños, preparándose así para dar comienzo a la Semana Santa. Una tradición que se remonta 17 años atrás y que inicialmente se realizaba en el patio del colegio.
Alrededor de 150 alumnos, todos ellos de tercero de Educación Infantil y primero de Educación Primaria, convertidos en costaleros y penitentes, y acompañados por sus profesores, salieron a las calles aledañas del centro, en un recorrido con su salida desde el colegio hasta llegar a la plaza del Mercado Grande, para mostrar a los ciudadanos abulenses la devoción e ilusión con las que el alumnado procesiona. Vestidos con túnica azul, cíngulo de esparto, capa y capuchón blanco, en honor a los colores de la cofradía del colegio, y con el característico corazón rojo con la imagen de la Virgen y la Medalla Milagrosa a la espalda, los alumnos volvieron a portar por segundo año consecutivo una réplica infantil de los pasos de la Virgen y el Cristo, ambos realizados en goma eva.
Muchos abulenses, la mayoría de ellos padres y abuelos, se acercaron a observar la procesión, que los alumnos de Las Nieves realizaron con un silencio rotundo y al ritmo que los profesores iban marcando con el pandero. Un recorrido por el que también se encontraban alumnos del centro de otros cursos, que tampoco se quisieron perder la procesión de sus compañeros. Una vez en la plaza del Mercado Grande se produjo uno de los momentos más emotivos de la jornada, llevándose a cabo el Encuentro entre la Virgen y el Cristo mientras se cantaba 'La saeta'.
La intención de organizar una procesión de Semana Santa nace con el objetivo de implicar a toda la comunidad educativa en esta celebración y aprender los distintos aspectos entorno a ella trabajados curricularmente, adaptándolos a las edades de los escolares y aprovechando la riqueza cultural de la ciudad en este aspectos, según explican desde el colegio.
En este sentido, Ruth García Lera, directora pedagógica de Educación Infantil, señala que esta actividad es «curricular como parte de la asignatura de Religión» y que además «forma parte también del carácter propio de nuestro centro educativo, que es católico». Asimismo, la directora pedagógica añade que «entra también en el área de descubrimiento y exploración del entorno porque tenemos una ciudad rica en tradición de procesiones y esculturas, entonces los niños inmersos en su entorno se hacen participes y les gusta mucho».