«Reducir al máximo ultraprocesados y grasas saturadas»

E.Carretero
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Este domingo se celebró el Día Mundial del Ictus, enfermedad que supone la segunda causa de muerte en mujeres en España y la tercera en ambos sexos y que en un alto porcentaje se puede prevenir cambiando nuestra alimentación y estilo de vida

«Reducir al máximo ultraprocesados y grasas saturadas» - Foto: Isabel García

Cada año se producen en España entre 110.000 y 120.000 nuevos casos de ictus. Solo el año pasado más de 24.000 personas fallecieron debido a este accidente cardiovascular y más de 34.000 personas desarrollaron una discapacidad por esta enfermedad. Aunque hay factores de riesgo que no se pueden modificar, existen otros que sí y muchos de ellos están relacionados con la dieta y con lo que comemos, como bien sabe la nutricionista María Muñoz Yuste que de hecho la pasada semana ofreció un taller sobre este tema en la sede de Aspaym. 

¿La dieta puede prevenir los accidentes cardiovasculares?

Partiendo de la base de que entre un 80 y un 90 por ciento de los ictus se podrían prevenir, la dieta ejerce un papel primordial en la salud cerebrovascular. Hay factores que no se pueden modificar como la edad, y  es que a partir de los 55 años tenemos más riesgo de sufrir un ictus, o factores genéticos pero hay otros que sí podemos modificar como la hipertensión, el sobrepeso, el alcohol, la diabetes y el consumo de tabaco, y en muchos de ellos influye la alimentación. 

Eliminar el estrés y el sedentarismo, pero sobre todo tener un peso saludable, va a ser un factor que nos ayude a prevenir el ictus. 

¿Qué alimentos son buenos para evitar accidentes cardiovasculares?

Es importante potenciar el consumo de Omega-3, que lo encontramos en pescado azul y que al menos debería estar un par de veces por semana en nuestra mesa. También lo encontramos en nueces o en semillas de lino. Hay que potenciar también el consumo de legumbres y de cereales integrales. 

¿Y qué alimentos hay que evitar a toda costa?

Hay que reducir al máximo ultra procesados y grasas saturadas, que favorecen el aumento de colesterol y sobre todo lo que son azúcares, harinas refinadas y carbohidratos de alto índice glucémico. También hay que vigilar y tener mucho cuidado con el consumo de sal que para dar sabor a las comidas se puede intercambiar por las especias y en esta caso por algunas como el jengibre o la cúrcuma.

¿El aceite de oliva, que tan en boca de todos está últimamente en este caso por su precio, también es un aliado en esa prevención?

Sí, el aceite de oliva también debe estar incluido en la alimentación siempre mejor que las mantequillas y otro tipo de grasas

¿Y las carnes rojas, en este caso la ternera avileña o el chuletón?

Si se sigue una alimentación equilibrada, se practica deporte y se lleva una vida sana podemos incluir este tipo de carne sin problema y sin preocuparnos, eligiendo siempre que sea de buena calidad. 

¿La dieta mediterránea sería buena como medida de prevención de enfermedades coronarias?

Sí, sería aconsejable y sobre todo que en la misma haya antioxidantes que vengan de frutas y verduras. También, como decía, hay que potenciar el consumo de Omega3, muy importante a través de pescado azul, nueces y semillas y optar por las especias como sustituto de la sal.

Uno puede llevar una dieta saludable pero si come de pie, deprisa o con estrés, ¿se pierden en parte sus beneficios para la salud?

Efectivamente, porque muchas  personas comen muy rápido. Por eso,  siempre hay que intentar comer sentados, evitando los dispositivos electrónicos en la mesa, ya sean ordenadores o teléfonos móviles, y también recomiendo poner la comida 'bonita'  para potenciar los colores y los olores. Es fundamental comer de  forma consciente y también vigilar nuestra salud. A veces dejamos de hacernos una revisión y lo aconsejable es realizarnos una analítica al año. 

La dieta es importante para prevenir la aparición de estas enfermedades pero imagino que no por sí sola...

Sí, es aconsejable llevar una buena alimentación pero esto siempre tiene que ir acompañado  de otro tipo de hábitos sobre todo relacionados con la actividad física, que se debe practicar de forma habitual, y en este caso que la misma combine fuerza con cardio.  

Si importante es la dieta para prevenir más aún cuando hay enfermedad ...

Totalmente. Después de un ictus se puede producir un desenlace fatal o que queden secuelas, entre las que se incluye la disfagia o dificultad para tragar lo que implica modificar la textura de los alimentos.