Pocos, muy pocos, son los que pasan por Hoyos del Espino y no cruzan en algún momento las puertas del JJ. Porque este bar, restaurante y hostal es, desde hace ya más de cuatro décadas, parte importante del corazón de Gredos.
Montañeros, excursionistas, viajeros y, por supuesto, vecinos de Hoyos del Espino, disfrutan siempre que pueden del buen hacer de la familia Jiménez Chamorro, siempre al frente de un barco en el que, eso sí, se echa de menos a diario a su 'capitán', Jesús. Él fue quien emprendió en 1982 una aventura a cuyo frente continúan su mujer y sus hijos.
Nosotros hablamos con Nuria. Ella es la que recuerda a los lectores de Diario de Ávila la historia de un luchador que con once años «se fue a Madrid a buscarse la vida» y que, después de abrir un bar en Ciudad Lineal (Mesón Almanzor, se llamaba, lo que demuestra que Jesús siempre llevó a Ávila en el corazón) y otro en Navarredonda de Gredos (el Almanzor, fue aquél) terminó regresando a casa, como era su sueño, donde abrió el JJ en 1982. «Él siempre quiso venir a su pueblo», nos cuenta Nuria, que habla de cómo entonces el JJ era únicamente un bar. «Lo construyó desde cero, lo construyó todo», dice mientras contempla orgullosa el edificio que hoy, en pleno siglo XXI y con unas vistas privilegiadas sobre la sierra de Gredos, acoge no sólo el bar, sino también un restaurante y un hostal con 15 habitaciones.
Pero, como decíamos, en sus comienzos el JJ nació como bar. Un bar, eso sí, en el que Jesús aplicó todos los conocimientos hosteleros aprendidos tras su paso por Madrid. Una barra cuidada, con abundantes pinchos y raciones y un trato excelente pusieron las bases de un negocio que con el paso de los años llegó a albergar también una discoteca.
«Mi padre fue un innovador, un visionario», le recuerda llena de orgullo Nuria, que trae al presente también de aquellos años la sana 'competencia' que mantuvieron en aquella época el JJ y el Bar Gredos. «Cuando mi padre abrió, sólo estaban ellos dos en Hoyos», dice.
Imposible hablar del JJ sin hacerlo también de Margarita, la mujer de Jesús. Otra luchadora que sigue ofreciendo a sus clientes deliciosos platos.
De entre todos nos quedamos con sus patatas bravas. «Mi padre había una salsa personal que hoy preparamos nosotros», descubre Nuria el secreto de una tapa que no falta en la barra del JJ. Como tampoco faltan los torreznos o la empanadilla casera, que elaboran a partir de pisto, huevo y atún.
Ahora, tras la locura del verano, el ritmo baja algo en el JJ que, nos explica Nuria, recibe mucho turismo familia y de excursionistas. «Al montañero le vemos menos, sólo cuando baja de la sierra». Buen momento para disfrutar del JJ.
DIRECCIÓN: Carretera de El Barco s/n. Hoyos del Espino.
HORARIO: El bar JJ. abre sus puertas de martes a domingo de 10,00 a 16,00 horas y de 19,00 a 22,00 horas, aproximadamente.
ESPECIALIDAD: El visitante no puede salir del JJ sin haber probado sus patatas bravas, todo un clásico en su barra. A la hora de los pinchos, tampoco faltan nunca los torreznos ni las empanadillas caseras.