La Consejería de Sanidad de la Junta puso en marcha hace cinco años en Valladolid una unidad que ha ayudado a más de 4.000 personas a que el dolor crónico «deje de ser protagonista» de sus vidas a través de un programa transversal y pionero que dura hasta 16 semanas y está basado en la «evidencia científica». «Aquí tratamos personas, no tratamos etiquetas diagnósticas», explica a Europa Press el coordinador de la Unidad de Estrategias de Afrontamiento Activo para el Dolor, Federico Montero Cuadrado, que recuerda que la génesis de este servicio está en un proyecto de investigación que arrancó hace «trece años» en la Universidad de Valladolid al alimón entre el mencionado Montero Cuadrado y Miguel Ángel Galán, fisioterapeutas y profesores de la institución académica.
«En Atención Primaria veíamos muchos pacientes con dolor musculoesquelético que venían todos los años dos o tres veces a tratamiento, que mejoraban poco o no lo hacían. Tuvimos la suerte de poder hacer formación internacional con australianos, belgas, ingleses y americanos y vimos que allí el abordaje era diferente», recuerda. Al respecto, explica que existía la idea de que en el dolor crónico tenía que haber una «lesión en los tejidos», pero la neurociencia, «que ha avanzado mucho», ha demostrado «que cuanto más dura un dolor, más tiene que ver con alteraciones funcionales y estructurales del sistema nervioso central y menos tiene que ver con patología musculoesquelética».
Por las instalaciones ubicadas en Real de Burgos, en Valladolid, y que comparten con el Centro Regional de Medicina Deportiva, pasan un millar de pacientes al año desde 2019, si bien la pandemia obligó a un parón prolongado en la prestación de sus servicios, un volumen «alto» pero «asumible» a través del abordaje grupal y a las técnicas de digitalización en evaluaciones. El grado de éxito en las primeras investigaciones «con pacientes muy seleccionados» rondaba el 75 por ciento, si bien a día de hoy ha bajado «un poquito», aunque para el coordinador sigue siendo un «éxito».