Navalperal de Pinares celebra estos días las fiestas del Cristo de la Indulgencia, que se prolongarán hasta hoy cuando se cierre el programa con una comida con patatas en la plaza Mayor, becerrada local y, después, pulpo en la plaza, amenizado por charanga.
Pero esto será para cerrar unas fiestas que en los últimos días han dado la posibilidad de disfrutar de diferentes actos, en especial desde el pregón de las fiestas y la proclamación de las reinas y siempre manteniendo algo que es muy típico de la localidad, el protagonismo de las peñas (que también son pregoneras).
Entre todas las actividades también hay un apartado muy especial para la parte religiosa, como ya se pudo ver el viernes en la ofrenda floral en la capilla del Cristo. Una cita muy numerosa, que los vecinos no se quisieron perder y con esa presencia de las peñas. La noche es el momento elegido para ese acto que ya pone su mirada en el Cristo, como volvió a suceder ayer con la misa y la procesión. En ella, el Cristo es llevado, rodeado de flores y de vecinos que hacen todo el recorrido con él, dejando momentos muy fotogénicos, como cuando atraviesa el paso que une el pueblo y que en la localidad se apuesta por reformar, actualizar y hacer accesible.
No faltan en esta cita los trajes regionales y los bailes para amenizar la jornada, una de las últimas festivas que cierran un verano muy intenso en la localidad. Detrás de él quedarán algunos momentos muy especiales como el típico baile tres que bailan dos mujeres y un hombre y que es esperado de la localidad, así como las jornadas taurinas, debido a la afición que existe, y las verbenas de la noche para los que disfrutan de la fiesta en la madrugada.