Lince y Fernando, un binomio campeón

E.Carretero
-

Un jinete de San Martín de la Vega del Alberche y su potro de nueve años ostentan el título de mejores de España de la categoría reina de la doma de pura sangre lusitano, además de obtener hace unos días el tercer puesto en el campeonato europeo

Lince y Fernando, un binomio campeón

Tiene un corazón fuera de lo normal y mucha fuerza y voluntad a la hora de trabajar». A Fernando García Hernández se le llena la boca al hablar de Lince, su compañero de equipo, un pura sangre lusitano de nueve años con el que ha conseguido convertirse en uno de los mejores jinetes de nuestro país.  No en vano, en lo que va de año este vecino de SanMartín de la Vega del Alberche se ha alzado, junto a su fiel compañero, con dos premios muy importantes que les sitúan dentro de los mejores de la doma clásica. Y es que tras proclamarse el pasado junio en Badajoz campeones de España de Caballo Pura Sangre Lusitano en la categoría Gran Premio, la máxima de la competición y la  modalidad olímpica, Lince y Fernando consiguieron hace unos días en Córdoba el tercer puesto en la disciplina reina de la doma dentro de los pura sangre lusitanos. Los terceros en un certamen que se celebró del 3 al 5 de octubre en las Caballerizas Reales de esta ciudad andaluza y en el que compitieron más de cien ejemplares de las mejores ganaderías de distintos países, junto con jinetes de renombre internacional. 

La relación de Fernando con los caballos viene de lejos, ya que desde niño mostró interés por la equitación lo que no es extraño teniendo en cuenta que en su casa siempre hubo caballos porque su padre tenía una ganadería. Sus ganas de aprender y ser uno de los mejores de la doma le llevaron a formarse con deportistas de prestigio como  Miguel Ruiz Olmo e Ignacio Rambla, el segundo de ellos olímpico. 

A sus 37 años Fernando, junto a su inseparable Lince, se ha convertido en campeón de España de esta modalidad, así como en el tercero mejor de Europa lo que tiene aún más mérito si se tiene en cuenta que este caballo campeón nació en la ganadería que Fernando tiene en San Martín de la Vega del Alberche y que ha sido el propio jinete el encargado de su educación y doma desde que nació.  «Le he criado, le he domado y le he llevado a lo más alto de la competición», reconoce con orgullo el jinete abulense al hablar de su compañero y del trabajo que con él ha hecho durante estos años. Y es que aunque a Lince genéticamente cualidades no le faltan, ya que es hijo de un campeón y de la mejor yegua de la ganadería de Fernando, detrás hay mucho  trabajo diario, tanto de jinete como de equino, para llegar a ser ambos campeones. «En las pistas no se despista nada. Es un caballo muy seguro, se lo debo todo a él», reconoce con humildad este jinete abulense que junto a su fiel Lince se ha convertido también en el mejor de España y tercero de Europa de esta modalidad de doma y dentro de los pura raza lusitanos. 

Lince ha llegado a ser un campeón, que es lo que espera Fernando de todos los potros a los que cría y doma en su ganadería de yeguas de pura sangre lusitana. Y es que Fernando se encarga de todo el proceso en la cría de caballos de doma teniendo en cuenta que estos futuros campeones nacen en su casa, que él los cría y educa para que algún día sean los mejores en las pistas. «Ver nacer a un potro, trabajar con él y ver cómo va progresando para que llegue a lo máximo de la competición es una satisfacción», asegura este jinete y ganadero cuyos potros compiten por todo el mundo. Japón, Rusia y Alemania son, cuenta, los países donde mejor valorados están sus animales, que compiten con deportistas de estos lugares al máximo nivel. 

Pero, reconoce Fernando, detrás de estos éxitos hay mucho trabajo y una inversión económica grandísima, sin contar el factor suerte que puede hacer que un potro enferme o se lesione antes de llegar a la competición. No en vano, cuenta este ganadero, lo habitual es que sus caballos se vendan a partir de los siete años, cuando se entiende que tienen la madurez, condiciones y preparación óptima para competir. Hasta ese momento son muchas horas de trabajo con ellos y una inversión muy costosa que implica desde veterinarios, herrajes, viajes o entrenamientos. «Estos caballos cuestan mucho dinero», reconoce Fernando después de explicar todo lo que hay detrás de la cría de un animal de estas características que suele empezar a entrenar con tres años y que puede estar compitiendo hasta los 16 o 18. «Lince comienza a estar ahora en su máximo esplendor», asegura Fernando al hablar del otro campeón de San Martín de la Vega del Alberche. 

A partir de ahora el objetivo para Fernando es seguir ganando competiciones. Uno de sus sueños, reconoce, sería participar en unos Juegos Olímpicos si bien es consciente de es difícil fundamentalmente porque para eso es muy importante competir mucho fuera de nuestro país y eso en su caso es complicado teniendo en cuenta que eso supondría abandonar su ganadería, que a día de hoy es su medio de vida, y dejar de entrenar a esos futuros campeones.  «Entreno con ellos diez y once horas diarias», explica Fernando para evidenciar lo complejo que para él es asistir a todos los certámenes internacionales a los que le gustaría ir y en los que a buen seguro él y Lince harían un gran papel. 

necesidad de espónsor. Por eso, y para poder acariciar ese sueño de llegar a participar en unas Olimpiadas, reconoce que le hace falta un espónsor que de momento no tiene. En tanto en cuanto esto no ocurra su participación en concursos está bastante limitada ya que los jinetes que llegan al máximo nivel se pasan meses fuera de casa participando por todo el mundo, lo que él de momento no puede hacer. Pese a todo, y con el título de terceros de Europa casi recién cogido de Córdoba, en unos días Fernando asistirá a la Feria del Caballo de Pura Raza Lusitano de Golegã (Portugal), considerada una de las mejores competiciones del mundo. Allí competirá con Quintero, un potro de cuatro años de su ganadería que también está llamado a tener un nombre destacado dentro de la doma.