Bajo el lema 'Conocer los riesgos es conocer la solución', la Asociación de Diabéticos Abulenses celebró este sábado el día mundial de esta patología realizando la ya tradicional vuelta a la Muralla, en la que participaron más de un centenar de personas. Una iniciativa que contribuye a dar visibilidad a una enfermedad que cada vez tiene mayor prevalencia en la sociedad, especialmente la de tipo 2, debido fundamentalmente al sedentarismo y la mala alimentación que aumenta el sobrepeso y las posibilidades de tener diabetes, y como no, también a esta asociación que cumple este año su 40 aniversario y que no atraviesa su mejor momento en cuanto a asociados.
Desde las 11 horas, en la plaza de Santa Teresa varias enfermeras voluntarias comenzaron a hacer glucemias a la población. Un gesto que, como explicó Amalia Moreno, de la Asociación de Diabéticos Abulenses, «permite a mucha gente detectar que tiene unos niveles de azúcar en sangre altos y así ser derivado por las enfermeras a sus médicos de cabecera. Hay mucha gente que tiene diabetes, pero es una enfermedad silenciosa y hasta que no te haces una analítica o tienes unos efectos muy marcados, hay muchas veces que no se detecta hasta que ya tienes un problema en un riñón. Por eso se hacen las glucemias».
Una de esas enfermeras encargadas de realizar las glucemias fue Longina Herráez, quien explicaba que «para hacer un diagnóstico de diabetes tienes que tener una glucemia en ayunas de más de 126. Hay veces que tienes sintomatología y otras se localiza de forma accidental, sobre todo la diabetes tipo 2, ya que la tipo 1 enseguida da unos síntomas más floridos, y por eso es importante conocer los recursos que hay, que asistas a tu médico, que una vez al año te hagas una analítica y veas las determinaciones para ir observando».
Además de estas glucemias y de la información que se ofrecía en el expositor instalado en el Mercado Grande, también se dio lectura a un manifiesto con motivo del Día Mundial de la Diabetes en el que la asociación realizó una serie de reivindicaciones, como la equidad nacional en la diabetes, para que todos los pacientes reciban los recursos y servicios necesarios en cada caso y de calidad;una educación diabetológica para la autogestión de la enfermedad, una sanidad centrada en la cronicidad que posibilite un acompañamiento de los servicios sanitarios a lo largo de toda la vida del paciente;material y asistencia sanitaria de calidad, participación en la toma de decisiones sobre concursos para la elección de las agujas y sensores, por ejemplo;la concienciación y prevención, la inversión en investigación y nuevas tecnologías fundamentales para avanzar en los tratamientos, y la igualdad social, laboral y educativa, que se traduzca en que padecer diabetes no suponga un obstáculo a la hora de acceder a un empleo, a una educación de calidad y poder desenvolverse a nivel social sin impedimentos.