"El Fresno tiene un futuro impresionante"

M.E
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El alcalde de la localidad, Antonio Jiménez, repasa los asuntos destacados de una localidad que tiene "que aprovecharse de Ávila"

"El Fresno tiene un futuro impresionante" - Foto: Isabel García

ANTONIO Jiménez afronta el segundo mandato al frente del Ayuntamiento de El Fresno, después de una primera etapa anterior y con muchos proyectos en el horizonte para que la localidad siga creciendo. Con el convencimiento de que El Fresno «tiene futuro», no duda en resaltar las potencialidades de un municipio que mira a Ávila, pero no quiere perder su esencia.  

¿Cómo está transcurriendo este mandato? Imagino que será una continuidad del primero...

La actividad aquí no para. Hay una población bastante estable y muchos de los proyectos que teníamos al principio los tenemos iniciados y para otros estamos en ello. 

¿Cómo es El Fresno?

Es un pueblo en el que se vive muy bien y que no da muchos problemas. Una de nuestras mayores peleas para este mandato era la expansión de la fibra y ya estamos en ello, así que por esa parte estamos más tranquilos.

¿Ese es entonces el objetivo del mandato?

Uno de ellos, seguramente el principal. La expansión de la fibra está prácticamente hecha, aunque quedan algunas zonas a las que todavía no llega, pero bueno. En las piscinas también queremos adecuar un salón-comedor para que en verano sirva de restaurante y el resto de meses que pueda acoger otras actividades. Una de las ideas es llevar allí el comedor escolar, pero no está decidido. Cuando acabemos miraremos a ver qué hacemos con ello para darle un uso continuado durante todo el año. También queremos hacer un jardín con todo tipo de instalaciones en la zona próxima al campo de fútbol para el disfrute de grandes y pequeños, pero ahí estamos con la Confederación Hidrográfica del Duero porque nos tienen que dar los permisos. Y luego hay otro proyecto para el que estoy buscando la manera de financiarlo que es poner el césped artificial al campo de fútbol, que es una demanda de los usuarios. El mayor hándicap que tenemos es la lucha con la Confederación, porque son lentos y todas las zonas de equipamiento que tenemos están en zona inundable y se necesita autorización para  todo.

También hemos visto que están rehabilitando la Casa Consistorial, ¿qué plazos se manejan?

Unos dos meses. El edificio se rehabilitó hace años, en mi primera etapa, a finales de los 90, pero ahora hemos impulsado unas obras para  actualizar los materiales, pintar y apostar por la eficiencia energética. Vamos a optimizar las instalaciones para que sean más funcionales y accesibles para los vecinos.  Vamos a mantener la fachada exterior y a dejarlo moderno por dentro para que sea un edificio práctico y acogedor para los vecinos. Lo mejor que tenemos es que abrimos todos los días el Ayuntamiento, desde las 9 de la mañana hasta las 3 de la tarde y la gente lo sabe. Y si no, saben dónde está mi casa, que a veces también van (risas). Es lo más fácil, o pararne por la calle o en el bar, y eso que yo voy todos los días al Ayuntamiento. Es lo bonito de los alcaldes de los pueblos pequeños, la cercanía con la gente. Al final para ellos no eres el señor alcalde, eres un amigo más al que a veces echarle la bronca o pedir ayuda. No os lo podéis imaginar, a veces tienes que mediar hasta en cosas personales.

Tras una primera etapa de 16 años y un paréntesis decidió volver a la Alcaldía, ¿por qué?

Veía que mi pueblo no iba por donde tenía que ir y decidí hacer una candidatura y presentarme. Cuando vives aquí... El Fresno es un pueblo que tiene un futuro impresionante. Nosotros nos tenemos que aprovechar de Ávila, igual que Ávila tiene que hacer lo propio con Madrid. El tirón que tenga Ávila será bueno, yo soy consciente de que si Ávila tuviera 300.000 habitantes nosotros tendríamos 8.000 o 10.000.

¿La mayoría de los vecinos de El Fresno trabaja en Ávila? 

Este pueblo era eminentemente agrícola y ganadero, estoy hablando de hace 40 años, pero ahora digamos que es una ciudad dormitorio de Ávila. El campo es algo secundario, podemos dedicarnos a ello, yo me incluyo, no más de diez personas. Aquí a las seis de la mañana empiezan a sonar coches de gente que va a Ávila y a Madrid a trabajar. Empadronados hay unos 620, pero muchos trabajan en Ávila, y realmente viviendo aquí habrá unas mil personas, según el caudalímetro que se hizo para el estudio de la nueva depuradora, que es otro proyecto que tenemos (de un millón de euros con financiación de Junta y Diputación). Y esa es otra pelea que tenemos, la de que la gente se empadrone, porque muchos lo están en Ávila, yo no sé si por los médicos, pero eso hoy ya da un poco igual. La gente no es consciente del daño que eso hace al municipio, porque recibimos dinero en función de la gente empadronada, y si pasáramos de 750 habitantes recibiríamos unos 5.000 euros más al mes. 

 

 

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