Entrar en el Hotel San Miguel del Valle Amblés, en El Fresno, es como llegar a un oasis lleno de vegetación en el que se respira paz. Situado en plena naturaleza, en un entorno precioso a las afueras de la localidad, este establecimiento es una auténtica joya rural que cuenta con 48 habitaciones y piscina y se dedica principalmente a grupos. Lleva abierto desde el año 2011 y su actividad principal es la de «inmersión lingüística. Vienen grupos de españoles a aprender inglés y extranjeros llegados de todo el mundo. Nos contactan a través de una empresa de Madrid y este verano, por ejemplo, hemos traído niños», nos cuenta Irene Jiménez, su propietaria, quien destaca que «nos viene muy bien porque hablamos en inglés con ellos y está todo muy organizado», además de que les permite poder contar con hasta un centenar de alojados al día.

También funciona como hotel al uso, aunque nos explica que abren por épocas (puentes y eventos de Ávila) y no siempre está disponible. «Ahora paramos un poco porque se nota que las temporadas en Ávila son lo que son», detalla, para añadir que también alojan a policías para las pruebas físicas o las juras porque «se tarda muy poco y aquí no hay problemas para aparcar». Recientemente también acogieron la segunda edición del evento de emprendimiento Startup Weekend Ávila, al poderles ofrecer espacio y tranquilidad, además de la comida.

«Mi familia era de Ávila, compramos una parcela de 15.000 metros cuadrados y mi padre construyó y pintó todo esto», recuerda sobre los inicios de un proyecto cuya mayor ventaja es «la tranquilidad». Ella vivía en Madrid y, además del cambio, también resalta que mantienen una «muy buena relación» con el pueblo, con sus vecinos y negocios, y «conoces a mucha gente». Yes que «El Fresno tiene de todo, cercanía a Ávila y todos los servicios», entre ellos piscina en verano. ¿Y dificultades?, le preguntamos. «No veo, la verdad, como ya tienes internet puedes hacer todo lo que quieras y los suministros son propios, así que no hemos tenido problemas». Ahora en otoño le dedican tiempo a barrer las hojas, pero es lo que tiene estar enclavados en un entorno privilegiado rodeados de la naturaleza.